La renovación de Felipe Miñambres al frente de la dirección deportiva del Felipe MiñambresCeltaA poco más de un mes de la finalización de su contrato, el ejecutivo astorgano mantiene ocupada su agenda a la espera de tratar su futuro en la entidad con el presidente Carlos Mouriño. Tanto Miñambres como el Celta, se sienten "cómodos" con la idea de prolongar su actual relación profesional, aunque de momento no se han concretado las condiciones de su continuidad.
El astorgano ha expresado públicamente en diversas ocasiones su deseo de continuar al frente de la parcela deportiva celeste y en el club valoran la labor desempeñada en los últimos cuatros años y, en especial, las importantes plusvalías que han generado para las arcas de la entidad fichajes de jóvenes futbolistas como Maxi Gómez o Stanislav Lobotka que eran prácticamente desconocidos en el fútbol europeo hasta su llegada al Celta.
El hecho de que, a estas alturas de la temporada, ninguna de las dos partes haya mostrado prisa por resolver la situación, refuerza en el club la idea de que la continuidad de Miñambres está encarrilada, pendiente apenas de que el astorgano se reúna con el presidente para concretar los términos de su nuevo contrato. En el Celta, la opinión generalizada es que Miñambres va a seguir al frente de la estructura deportiva, aunque desde la Calle del Príncipe se precisa que el asunto lo trata directamente el presidente, que será el que dé el visto bueno a la prolongación de su contrato, tanto en lo que se refiere a las condiciones salariales como a su duración. Hasta la fecha, el astorgano ha ido renovando su contrato de dos en dos años.
La actual situación de incertidumbre por la pandemia del coronavirus favorece la continuidad del astorgano, cuya labor y experiencia se valora en un momento de caída de ingresos que obligará a afinar con los fichajes. El Celta va a disponer la próxima temporada de menores recursos económicos para fichar y necesitará acertar con las nuevas incorporaciones.
Una de las alternativas que se barajan para contrarrestar la merma presupuestaria en las próximas contrataciones estivales es recurrir a cesiones, una política en la que Miñambres se ha mostrado en estos meses muy efectivo. La llegada a préstamo en este último mercado invernal de jugadores como Jeison Murillo, Filip Bradaric o Fedor Smolov son un buen ejemplo y conocimiento, experiencia y habilidad para moverse en complicadas condiciones de mercado.
Pero en los cuatro años de trayectoria de Miñambres a frente de la dirección deportiva ha habido también sombras. Frente a fichajes rentables, como Maxi o Lobotka, hubo también sonoros fracasos -el más llamativo es probablemente el ruinoso negocio realizado con Emre Mor- y otros futbolistas que no han ofrecido las prestaciones esperadas o cuyo rendimiento no ha tenido regularidad. A la espera de que se resuelva su situación, Miñambres dedica estos días a negociar con sus respectivos clubes de origen la continuidad de los seis jugadores cedidos que terminan su contrato con el Celta el 30 de junio. Las conversaciones marchan por buen camino. Por el momento, el Celta no está encontrando dificultades para avanzar en la negociaciones con clubes y futbolistas que, según ha informado el club vigués, se encuentran "bien encarriladas".
