Sanción ejemplar para Pione Sisto
El club impone al atacante danés una multa de más de 60.000 euros, la mayor en la historia del club, por sus reiterados incumplimientos de las normas - El jugador lleva ya una semana apartado

Pione Sisto se coloca unos guantes a su llegada el pasado lunes a A Sede para someterse al test del Covid-19. // Alba Villar
Vigo
El Celta ha impuesto a Pione Sisto una sanción ejemplar por su reiterado incumplimiento de las normas de régimen interno y saltarse la cuarentena para regresar por su cuenta y riesgo a Dinamarca, sin comunicárselo al club, en pleno estado de alarma o no seguir las pautas físicas que el club le había marcado. Según informó ayer A Radio Galega, la multa supera los 60.000 euros y es la más alta que se ha aplicado a un jugador en la historia del equipo celeste.
La elevada cuantía de la sanción confirma el divorcio entre el Celta y el atacante danés, que ayer cumplió su quinto día apartado de la disciplina del grupo sin fecha de retorno y en los últimos años ha destacado más por su negativa a cumplir las normas y sus constantes excentricidades en las redes sociales que por su rendimiento sobre el terreno de juego. Su fuga a Copenhague, el posterior reconocimiento de que no había seguido el plan de preparación física prescrito para el confinamiento y su rechazo a recibir ayuda han agotado la paciencia del club.
El secreto con que se ha tratado el problema no ha contribuido a arrojar luz sobre el caso, pero a este rechazo al ofrecimiento de ayuda del club parecía referirse Carlos Mouriño el pasado viernes cuando dijo que Sisto tenía "un problema y no estaba colaborando con el club para resolverlo".
Y existe otra duda.¿Es voluntaria o impuesta la decisión de que Sisto se entrene en su domicilio al margen de la disciplina colectiva? La ambigüedad con que Óscar García se pronunció el pasado jueves sobre la situación, señalando que le gustaría contar con el danés pero que por ahora no podía ser, añade confusión al asunto. Tampoco el jugador ha puesto de su parte para esclarecer el caso, pues ha preferido dedicar sus apariciones en las redes sociales a hablar de cuestiones trascendentales que dar detalles de su situación o exponer los motivos que le llevaron a incumplir las normas.
De cualquier modo, pese a haber protagonizado en el campo momentos interesantes tras el último intento del entrenador de recuperarlo, el tiempo de Sisto en el Celta está contado. Aunque el club considera que la falta de profesionalidad exhibida por el futbolista en los últimos meses ha devaluado notablemente su precio, lo invitará a salir en la próxima reapertura estival del mercado.
Los problemas de Sisto comenzaron la pasada temporada, cuando el jugador atravesó una depresión y su hermano, con que el compartía piso en la ciudad, regresó a Dinamarca. "Sisto tiene problemas personales", reveló el entonces técnico, Antonio Mohamed, para justificar su ausencia en varios entrenamientos. Su protagonismo en el equipo decayó y el danés se llevó incluso algunos silbidos de la grada.
Las alarmas saltaron, sin embargo, meses después, cuando el extremo danés confesó en su cuenta de Instagram que había intentado seguir una dieta de 21 días alimentándose solo de fruta para purificar su cuerpo que le dejó prácticamente sin fuerzas. Tan radical revelación sorprendió y preocupó al club, que le ofreció ayuda y tomó medidas. El Celta estrechó a partir de entonces la vigilancia sobre los hábitos nutricionales de la plantilla e impuso esta temporada nuevas pautas de alimentación, con desayuno y comidas en la ciudad deportiva.
Sisto desapareció de las alineaciones del Celta en el último tramo de la pasada temporada, aunque siguió dando su extravagante versión de la vida y el fútbol en las redes sociales. Con estos antecedentes, el Celta decidió ponerlo mercado. Pero el jugador frustró inesperadamente sus planes al rechazar una gran propuesta del Aston Villa, que ofrecía 10 millones por su traspaso. Aunque el equipo inglés le abría la puerta de la Premier League y mejoraba de forma muy notable su actual salario, Sisto se cerró en banda. "El dinero no es lo más importante", replicó al club, a sabiendas de que tendría muy complicado ser protagonista con el Celta.
La llegada de Óscar García Junyent al banquillo de Balaídos en noviembre pasado dio, sin embargo, un vuelco a su situación. El nuevo técnico rescató a Sisto del ostracismo y el jugador respondió con buenos minutos y goles importantes, a pesar de algún desencuentro ocasional con el técnico, al que le reprochó que lo cambiase en el compromiso liguero contra el Eibar.
Su reciente fuga a Copenhague en plena cuarentena y el posterior reconocimiento de que había obviado el plan de preparación física para el confinamiento para centrarse en la meditación han sido la gota que ha colmado el vaso.
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