El Covid-19 ha puesto patas arriba el fútbol español, que se enfrenta a una crisis sin precedentes obligado a reinventarse para hacer frente al azote económico de la pandemia. La Liga anuncia malos tiempos y exige austeridad para hacer frente a la drástica caída de ingresos que amenaza la supervivencia de los clubes. Javier Tebas, presidente de la entidad, hasta señala el camino. "Cantera y cesiones", propone el mandatario como alternativa a la severa reducción del gasto en fichajes que, con carácter general, va a afectar la próxima temporada al campeonato. Al CeltaCon 30 millones en tesorería gracias a las plusvalías generadas por las últimas ventas de jugadores, el club celeste dispone de recursos económicos para capear el temporal y cuenta también talento de cuño propio del que echar mano para sustentar su plantilla.
La reconversión hacia la cantera que pide Tebas la acometió, en realidad, el Celta hace más de una década, cuando el último descenso a Segunda División abocó al club al concurso de acreedores obligándole a tirar de los futbolistas formados en A Madroa. La apuesta por la cantera ha sido desde entonces innegociable para la entidad que preside Carlos Mouriño que presume de ADN canterano. El Celta es, en concreto, el tercer equipo de Primera División con mayor número de canteranos en plantilla tras el Athletic Club y la Real Sociedad y el cuarto con más protagonismo de jugadores formados en la casa en su once titular después de estos dos equipos y el Villarreal.
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El número de canteranos en Primera División asciende esta temporada a un centenar, de los que aproximadamente la mitad son titulares con sus respectivos equipos. Diez de ellos son porteros, 32 defensas, 32 centrocampistas y 26 delanteros.
El Celta cuenta en plantilla con diez canteranos con ficha profesional (el 10 por ciento de LaLiga), de los que cuatro, uno por línea, juegan de forma habitual: Rubén Blanco, Hugo Mallo (aunque este curso ha compartido protagonismo con Kevin Vázquez), Santi Mina y Iago Aspas. A ello hay que añadir la contribución de otros futbolistas formados en A Madroa con un evidente peso en el equipo, como Brais Méndez y Denis Suárez.
La cara menos visible de la cantera la representan Pape Cheikh, a quien Óscar García dio y retiró luego galones por un acto de indisciplina; Sergio Álvarez, a la sombra este curso de Rubén; David Costas, cedido en enero al Almería para buscar minutos; e Iván Villar, que sigue a la espera de su oportunidad.
Más de 10 años de diferencia entre el veterano y el más joven
Por primera vez este curso, conviven en el plantel celeste seis diferentes hornadas de canteranos. Más de diez años de diferencia separan al más viejo, Sergio Álvarez (33 años), del más joven, Pape Cheikh (22). El portero de Catoira pertenece a la promoción del 86 y es un año mayor que Iago Aspas, nacido en 1987. Hugo Mallo pertenece a la quinta del 91; Kevin Vázquez es un año menor que el capitán; Denis Suárez, el talento perdido y recuperado este año es de la promoción del 94, y Rubén Blanco, David Costas y Santi Mina, nacidos en 1995, son de la hornada que se proclamó subcampeona de la Copa de Campeones juvenil en 2013 y llegaron al primer equipo con un año de diferencia, ya con el Celta en Primera División. Los benjamines del grupo son Pape Cheikh e Iván Villar, ambos nacidos en 1997.
El conjunto celeste dispone también de relevo. La inversión en la cantera ha multiplicado en los últimos años la presencia de jugadores en las categorías inferiores de la selección española. El pasado verano nada menos que 16 futbolistas formados en A MadroaTres de ellos ya han debutado en Primera División o en la Copa del Rey. Iker Losada lo hizo en Liga anotando un gol al Real Madrid; Sergio Bermejo se estrenó unos minutos ante el Betis y José Fontán debutó en la Copa del Rey ante el Mirandés. Más de una treintena de jugadores (sin contar con los llegados desde el filial) han debutado en el primer equipo durante la presidencia de Carlos Mouriño.
Los réditos percibidos por venta de canteranos tampoco son desdeñables y permitieron al Celta sobrevivir en tiempos de gran estrechez económica. El dato no ofrece discusión: el club celeste ha ingresado casi 100 millones de euros (99,7) por venta de canteranos en los últimos ocho años.
