El obligado paréntesis de las competiciones futbolísticas por la pandemia del Covid-19 mantiene bajo mínimos la actividad en los despachos de la Calle del Príncipe. Sin fecha prevista de retorno a los entrenamientos y con serias dudas de que LaLiga se pueda completarse, el Celta ha aparcado la planificación deportiva hasta que se despejen los interrogantes que rodean a la resolución de la temporada.
El club celeste trabaja con la tranquilidad de saber que es uno de los clubes mejor preparados para amortiguar el severo impacto económico que el cese de actividad va a tener sobre la competición, que encara con mayores garantías tras el acuerdo de reducción salarial recientemente alcanzando con la plantilla.
Aunque los fichajes están aparcados y el club espera a tener una idea más clara de lo que va a suceder con la Liga para afrontar el futuro de jugadores que concluyen contrato y abordar las renovaciones pendientes, el Celta cuenta con un plan de acción más o menos definido para los futbolistas que no entran en sus planes para el próximo ejercicio.
En el grupo de los prescindibles, se incluyen tanto a los jugadores que actualmente juegan a préstamo en otros equipos (Jozabed, Mazan, Emre Mor y David Costas) como a los miembros del actual plantel que, por diferentes motivos, no han tenido el protagonismo o el rendimiento esperado en lo que se lleva disputado de curso (Juan Hernández, David Juncà e Iván Villar).
Jozabed Sánchez
El sevillano fue cedido al Girona con una cláusula de adquisición obligatoria en caso de ascenso. Con el equipo catalán, Jozabed ha ido de más a menos. Comenzó jugando como y titular, pero no tardó en desaparecer de las convocatorias y ha sido suplente en el último tramo del curso. Aunque tiene contrato hasta 2021, el Celta no contempla su continuidad, con lo que, si el equipo catalán no regresa a Primera se le buscará una salida, bien mediante otra cesión, bien pactando la rescisión de su contrato.
Emre Mor
Tras dos temporadas en nómina marcados por un pobre rendimiento y una sucesión de episodios de indisciplina, el Celta puso al jugador en el mercado el pasado verano con la idea de recuperar parte de la importante inversión realizada para comprarlo. Sin ofertas de adquisición, el club vigués optó por cederlo a Galatasaray a cambio de un millón de euros con la esperanza de que pudiese revalorizarse en un club de renombre bajo la batuta de Faith Terim, el técnico que reclutó a Mor para la selección turca. En vano. Pero Mor tampoco cuajó en el Galatasaray. Su bajo rendimiento propició se desvinculación del equipo turco y una nueva cesión en enero al Olympiacos, con el que aún no ha debutado. Hace unos días el jugador rompió la cuarentena para volver a Dinamarca. Tiene tres años más de contrato, hasta 2022, con el Celta, que lo considera un caso perdido. Se le buscará venta o una nueva cesión.
David Costas
La falta de minutos y la llegada de Jeison Murillo precipitaron su cesión en el mes de enero al Almería, con una cláusula de compra obligatoria, en caso de que el cuadro andaluz ascienda y una opción de adquisición si permanece en Segunda División. Costas ha sido titular en los siete encuentros disputados por el cuadro andaluz, aunque su rendimiento no ha acabado de convencer a la afición rojiblanca. Tiene contrato con el Celta hasta junio de 2023 tras renovar su contrato en mayo del pasado año. Su futuro está más en manos del Almería que del Celta.
Rober Mazan
Cedido al Tenerife hasta final de temporada, el lateral zurdo eslovaco ha tenido escaso protagonismo con el conjunto chicharrero. Comenzó jugando pero ha desaparecido de las últimas 11 convocatorias del equipo insular. Con tan pocos minutos en un equipo que ocupa la zona media de la Segunda División parece del todo impensable que pueda tener sitio en el Celta. Aunque tiene contrato en vigor hasta 2022, lo más probable será un salida pactada.
Juan Hernández
Un caso diferente a los anteriores. A pesar de venir de una complicada lesión de rodilla, el Celta buscó acomodo en el actual plantel al jugador lorquino al considerar que se trataba de un extremo con cualidades distintas al resto, rápido y capacitado para atacar el espacio. Una complicación de la lesión retrasó sin embargo varios meses su puesta a punto y desde su regreso apenas si ha participado (con buenas prestaciones) en un par de encuentros de Copa. Con tres años más de contrato por delante, el Celta quiso cederlo en enero pasado a un equipo de Segunda en el pudiese disponer de los minutos que necesitaba, pero el jugador prefirió quedarse para disputar un puesto. Se le volverá a ofrecer una cesión.
David Juncà
El catalán no ha tenido el rendimiento esperado desde que llegó libre del Eibar hace dos temporadas. La falta de tensión defensiva mostrada en su primer año arrojó muchas dudas sobre su capacidad para ser titular en el Celta y las lesiones sufridas este año no han mejorado su situación. Olaza le ha cerrado el paso. En el club no están contentos con su rendimiento y probablemente se le busque salida, lo que requeriría el fichaje de un lateral izquierdo.
Iván Villar
El Celta cuenta con el cangués como apuesta de futuro para la portería, pero su situación está supeditada a la de Sergio. Si el catoirense renueva, será difícil que siga en plantilla. En ese caso, se le buscará una cesión a un equipo que le pueda dar los minutos que necesita para no ver frenada su evolución.
