Iago Aspas habló ayer desde su confinamiento domiciliario para recordar la espectacular remontada del pasado curso ante el Villarreal (2-3), de la que acaba de cumplirse un año, y que el goleador el moañés lideró con una actuación estelar. "Fue un partido especial porque estábamos con el agua al cuello. Fue muy especial para mí por todo lo que representaba y la felicidad al acabar este partido", declaró el futbolista celeste al canal de YouTube el club.

"Tenía mucha ilusión por jugar y estaba un poco nervioso porque estábamos en una situación no límite, pero casi", rememoró el artillero, que ha desveló las dudas del técnico, Fran Escribá, sobre cómo se iba a gestionar su reaparición. "Quedaban pocas jornadas para la finalización del campeonato y la cosa estaba difícil. Tenía muchísimas ganas de jugar, pero venía de estar tres meses parado. En la previa del partido habíamos hablado de cómo gestionar esos minutos y luego, como fue yendo el partido, casi lo jugué completo aunque no estaba previsto de primeras", relató.

El astro céltico tiene aín grabadas en la retina las horas previas del partido. "Recuerdo que hicimos un calentamiento en Balaídos. Yo hablé con Borja (Oubiña) porque el míster no tenía claro que empezase de titular por el tiempo que llevaba sin jugar. Yo le dije que quería jugar, que tenía todas las ganas del mundo, pero era una decisión que tenía que tomar el míster. Borja me daba la razón. Más allá de que pudiera jugar 60, 70 o 90 minutos él me veía con muchas ganas y creía que para el equipo iba a ser un plus", reveló.

El ganador de las tres últimas ediciones del Trofeo Zarra esperaba un escenario de partido muy diferente al que se produjo. "Si te pones a pensar, nadie hubiera pensado que íbamos a perder 0-2 al descanso y luego darle la vuelta", apuntó. Y precisó: "Creo que el míster entró con muchas ganas, con mucho ímpetu porque ese 0-2 no era tan real por lo que estábamos haciendo en el terreno de juego. Sí es cierto que no estábamos haciendo un gran fútbol, pero dio con la tecla con tres o cuatro arreglos tácticos y, sobre todo, no dejar hacer esas contras que nos estaban haciendo mucho daño".

Iago Aspas, que anotó en este encuentro dos goles y dio un tercero a Maxi Gómez, considera que su primer gol, de falta directa, fue el punto de inflexión de la remontada. "Cuando cogí el balón tenía entre ceja y ceja meterlo por encima de la barrera. El gol fue el que dio el ímpetu a todo. Quedaban 30 o 35 minutos, que es mucho tiempo, y estaba el estadio lleno. Nos estaban empujando y, a poco que hiciéramos, íbamos a echarle la gente encima al Villarreal y nos iba a ayudar a dar para darle la vuelta al marcador, como así fue", dijo.

El artillero subrayó también la importancia que tuvo este gran triunfo en la consecución final de la permanencia. "Fue muy importante a nivel anímico, no solo del equipo, sino también de la gente. Ya nos apoyaban, pero a partir de este partido creyeron como creíamos nosotros y tuvimos tres o cuatro partidos en Balaídos sacando muchos resultados positivos en partido difíciles, como contra el Barcelona o el Girona, y también hicimos partidos difíciles fuera de casa que nos dieron ese ímpetu para salir de descenso", conluyó.