El Celta de Vigo pone su grano de arena en la lucha contra el coronavirus en Galicia con la donación al hospital Álvaro Cunqueiro de 50.000 mascarillas, 200.000 guantes y 700 botes de medio litro de gel desinfectante. La Fundación del club celeste ha hecho entrega esta mañana de este importante lote de material sanitario al gerente del centro hospitalario, Julio García.

El Celta, que ya rechazó los tests del coronavirus que ofrecía LaLiga, explica que esta colaboración con el Sergas tendrá continuidad la próxima semana con la donación de otras 100.000 mascarillas. "Han sido gestiones laboriosas, pero con un resultado altamente gratificante, ya que cualquier ayuda es poca para el colectivo de trabajadores sanitarios que cada día se esfuerzan al máximo esta enfermedad", señala el club en su comunicado.

El club vigués ha puesto igualmente a disposición del Sergas las instalaciones de A Sede en la calle Príncipe, en concreto, la residencia de la cantera y la clínica. La entidad, que ya rechazó los test del coronavirus que ofreció LaLiga, señala que esta última instalación ofrece espacios aprovechables para consulta e incluso alojamiento para el personal sanitario. "En el momento que lo consideren oportuno, los responsables sanitarios podrán disponer de 28 camas en las habitaciones de la residencia, que además dispone de zonas comunes, cocina y lavandería", ha indicado Celta, que muestra su "máxima disposición" a "colaborar en todo aquello que pacientes y sanitarioos puedan necesitar durante su estancia en A Sede".

Covid-19 y Celta: otras iniciativas solidarias

La Fundación Celta hará extensible, por otra parte, su iniciativa de batas solidarias ideada por la Revista Panenka, a otros hospitales gallegos. Esta iniciativa nació para que los niños hospitalizados puedan lucir la camiseta de su equipo favorito en lugar de la aburrida bata verde para que su estado de ánimo pueda mejorar y así se sientan más fuertes.

Finalmente, Conservas Daporta y la Fundación Celta han hecho llegar 1.500 latas de alimentos a diversos comedores sociales de Vigo que han informado de dificultades para cubrir las necesidades básicas de sus usuarios.