Óscar García Junyent no pierde el tiempo durante el confinamiento. El entrenador del Celta aprovecha la inactividad del equipo durante el estado de alarma para buscar fórmulas con las que mejorar el rendimiento de sus futbolistas en el momento en que se reanude LaLiga. "No tengo tiempo para aburrirme, la verdad", revela el preparador celeste en una rueda de prensa virtual difundida a través del canal de YouTube del club. "Tengo grabados todos los partidos de la temporada, me gustar revisarlos y volver a analizarlos. También tenemos grabados los entrenamientos y analizamos cuáles han sido más fructíferos y si hemos aplicado lo que hemos entrenado durante la semanas en los partidos. Esto me lleva mucho tiempo", relata el técnico, que remacha: "Son cosas que normalmente hago en verano, pero hay que aprovechar el parón para seguir al día y seguir mejorando como entrenador y al equipo".

El preparador céltico explica que aprovecha estos días para analizar vídeos de futbolistas a los que pretende "sacar mejor rendimiento" y desvela que "en cuanto esto termine" comenzará a "analizar a los próximos rivales", aunque admite que desconoce si la temporada va a poder terminarse. Por ello, la posibilidad de jugar más allá del 30 de junio la asume el técnico solo como uno de los posibles escenarios que se contemplan. "La percibo como una posibilidad más. Todavía no se ha decidido nada. Cuando se decidan las cosas será el momento de valorarlo y hablarlo. Ahora todo sus suposiciones y es normal porque hay muchas incertidumbres. Esperemos que acabe pronto y se puedan tomar decisiones, pero lo más importante es la salud de las personas y es lo que se tiene que priorizar", subraya.

El técnico céltico no descarta que los partidos pueden celebrarse a puerta cerrada. "No me gusta jugar sin público, pero no soy yo el que decide. Nos atenemos a lo que decidan los que tiene que hacerlo y, a partir de ahí, haremos las valoraciones oportunas. Nosotros lo que tenemos que intentar que los jugadores no pierdan la forma, no solo a nivel físico, sino también a nivel mental y táctico para que sigan pensando en fútbol", dice.

En su comparecencia virtual, Óscar García aparca su renovación, como la del resto de miembros del plantel que concluyen contrato el 30 de junio. "Después el 30 de junio, si no se acaba veremos qué pasa, no solo conmigo,", comenta. "Estoy muy orgulloso de ser entrenador del Celta. Esta comunión que noto con la afición quiero devolvérsela cada haciendo que los jugadores den lo máximo en cada partido para esta camiseta y este club. Creo que lo estamos consiguiendo y ojalá a final de temporada podamos celebrar entre todos la permanencia en Primera División y, a partir de ahí, valorar cada uno qué camino seguir", agrega.

El técnico no augura problemas a la hora de extender los contratos, si finalmente tiene que jugarse en el verano. "Habrá gente autorizada que hacer un arreglo con los contratos. Para mí es difícil hablar de suposiciones. Hasta que no sea una realidad es muy difícil encontrar una solución", señala.

No obstante, el entrenador del Celta alberga dudas de que LaLiga pueda disputarse en verano por el riesgo que el calor puede suponer para la salud de los futbolistas. "Hay que priorizar la salud de las personas. Hay gente más autorizada que yo para decidir todo eso, pero se me haría raro por el tema climático. No es lo mismo jugar en verano en Sevilla que en Suecia", observa.

Pese que la planificación deportiva ha quedado aparcada, Óscar García reconoce que le gustaría contar con Rafinha Alcántara y Jeison Murillo, si sigue en el Celta la próxima campaña. "Son dos futbolistas que están jugando mucho y están teniendo un rendimiento muy alto. Si sigo la próxima temporada, me gustaría contar con ellos. Pero ahora es difícil pensar en eso. Hay que estar en casa y ayudar de la mejor manera posibles, con donaciones y respetando lo que dicen las autoridades sanitarias. Cuando sepamos con claridad qué va pasar se tomarán las decisiones que se tienen que tomar", apunta.

El preparador céltico habla también de a las dificultades que están teniendo los futbolistas durante el confinamiento, que está siendo especialmente complicado para los extranjeros. "Pasar esto acompañado es mucho mejor, lo digo por experiencia porque he pasado mucho tiempo en el extranjero y, si tienes compañía, es más agradable, pero todos somos profesionales. Sabemos que es una situación muy atípica, pero estamos en contacto con los jugadores. El psicólogo y el preparador físico habla a menudo prácticamente con todos ellos", indica Y añade: "Lógicamente para los extranjeros es más complicado porque no están en su país y cuando estás en un país que no es tu habla materna siempre es un poco más complicado. Por eso estamos atentos para que los extranjeros se sientan arropados y no se sientan solos."

Óscar García, finalmente, resume cuáles son sus prioridades: "Quiero que todo el mundo tenga salud y haga una vida normal, aunque no va a ser a corto plazo. Lo demás ya se valorará. Para mí lo más importante, después de la salud, es que el Celta juegue en Primera".