Las lesiones han afectado sostenidamente al Celta a lo largo de todo el curso, aunque a menudo se han solapado en el tiempo. Ninguna de las líneas del equipo ha podido esquivar el problema. Los contratiempos llegaron antes incluso de la pretemporada con la grave lesión sufrida por Okay Yokuslu en junio en un amistoso con la selección turca. Aunque el Celta no se enteró hasta bastante más tarde, el centrocampista sufrió en ese partido una rotura parcial del ligamento cruzado de su rodilla que lo mantuvo tresmeses fuera de juego y retrasó de forma evidente su puesta a punto, que no alcanzó su nivel habitual hasta hace un par de meses. Durante la pretemporada también sufrieron lesiones de diversa consideración Rubén Blanco, Hugo Mallo, Sergio Álvarez y Santi Mina, aunque el portero mosense (que más tarde se perdería un par de partidos por otro problema) logró recuperarse a tiempo para el primer partido de Liga y Mallo y Mina no tardaron más que unos pocos encuentros en ponerse a disposición del técnico. El lateral marinense y el delantero vigués también han sufrido luego otros contratiempos físicos de poca importancia que les obligaron a perderse algunos partidos.

Aunque menos significativa por su menor protagonismo en el equipo, el lateral David Juncà ha vivido este curso un verdadero calvario a cuenta de una subluxación en el hombro primero y una contusión en el pie que, tras reaparecer, le ha hecho perderse 15 partidos consecutivos.

De carácter más leve, pero muy relevantes en el aspecto deportivo han sido las tres lesiones distintas sufridas por Rafinha, que tardó bastantes meses en alcanzar su mejor versión y el problema en el tobillo derecho que desde la sexta jornada de Liga trae de cabeza a Denis Suárez, quien, tras sufrir varias recaídas lleva desde entonces lidiando con este contratiempo.