Aguantó varias semanas con la amenaza de que le cayese la quinta tarjeta amarilla que acarrea suspensión. Ayer fue amonestado por una zancadilla a un contrario y se perderá el partido del sábado que viene contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez (21 horas).

El equipo necesita de Iago Aspas y el moañés se mantuvo firme hasta que ayer se encontró un partido en el que todo le salió al revés. Muy impreciso con el balón, falló controles y pases que en varios momentos pusieron en apreitos el sistema defensivo del Celta. En una de esas acciones, Aspas intentó rectificar un mal control pero el rival se le adelantó para llevarse el balón y lo derribó. Cuadra Fernández no lo dudó y le mostró una tarjeta amarilla que acarrea un partido de sanción. El árbitro se mostró siempre muy dispuesto castigar con cartulinas amarillas las faltas de los célticos.