El entramado funcionaría desde al menos 2015 (Radoja fue fichado por el Celta en 2014) y fue en 2017 cuando la Guardia Civil comenzó la investigación a Ramadani y Danjanak. Ambos presuntamente captaban a jugadores que despuntaban en equipos de países del Este como Serbia o Rumanía y cuando veían que un club europeo de primera se fijaba en ellos simulaban que era fichado por uno de los clubes que controlaban, como el Apollon Limasol, sin que los propios jugadores lo supiesen. Así lo vendían más caro al club de primera y conseguían beneficios fiscales ya que en Chipre la tributación por este tipo de operaciones es mínima. Los jugadores no llegaban a vestir la camiseta chipriota y solo figuraban en él el tiempo mínimo para asegurar la venta.