La ciudad deportiva de A Madroa sirve como escuela de formación de futbolistas pero también de jóvenes aficionados. Ayer, el Celta abría las puertas del campo de entrenamiento al público que, pese al mal tiempo, acudió a las instalaciones de Candeán para seguir con atención el trabajo del equipo que dirige Óscar García. Muchos niños aprovecharon la jornada festiva en Vigo para acercarse a sus ídolos, con los que pudieron compartir fotografías y autógrafos al concluir un entrenamiento pasado por agua, con mucha niebla y frío.

El equipo celeste modificó el plan y cambió su habitual campo de entrenamiento por el del filial para realizar una sesión en la que el balón fue el gran protagonista.

Tras unos ejercicios de calentamiento, los futbolistas trabajaron por grupos la finalización de cara a portería bajo la atenta mirada de los numerosos niños que, aprovechando la festividad por el Carnaval, se acercaron a A Madroa para seguir con atención el entrenamiento de sus ídolos.

A la conclusión del entrenamiento, los futbolistas se pararon con los más pequeños aficionados para fotografiarse y firmar autógrafos. El internacional Iago Aspas, como suele ser habitual, fue el jugador más solicitado por los jóvenes celtistas, que desafiaron a la lluvia y el frío para estar cerca de los futbolistas. Hugo Mallo, Jeison Murillo y Pione Sisto, entre otros, también compartieron unos momentos inolvidables para muchos de los jóvenes aficionados que recurrían a sus familiares para preguntar el nombre de los futbolistas que no estaban entre sus preferidos. Aunque llueva, el celtismo aprovecha cualquier oportunidad que le ofrezca el club y los jugadores para demostrarle gratitud y cariño.