Al Celta Zorka Recalvi le faltaron un par de minutos para remontar un partido que se le puso muy cuesta arriba en el segundo cuarto, y en donde comenzó el último periodo con veinte puntos de desventaja en el marcador.

No cabe duda que fue una derrota dura, pero si hay una cosa clara en esta temporada, es que la igualdad es tan grande, que los tres puestos que faltan por completar para la fase, dando por clasificado al Movistar madrileño, no se decidirán hasta las últimas jornadas y que, posiblemente, habrá que tener muy en cuenta los dobles y triples empates.

Y es que a pesar de que el cuadro vigués pudiera haber tenido un mal cuarto, la realidad es que es complicado enfrentarse a un equipo que en los dos primeros cuartos había conseguido un 100% de acierto en los lanzamientos triples, con siete de siete, mientras que las jugadoras entrenadas por Cristina Cantero no pasaban del 16% con tres de once intentos. Estaba claro que con esas diferencias sería complicado llevarse la victoria.

El partido comenzó igualado. Los dos equipos se respetaban demasiado por lo que las defensas tuvieron un protagonismo especial. Las viguesas estaban firmes, pero era complicado defender el juego exterior del cuadro vasco, pues cada vez que lo intentaban ellas metían el balón en la zona y sus jugadoras interiores no fallaban. Pero tampoco es que lo intentaran demasiado, ya que no tardaron en darse cuenta de que tenían el día de cara en el lanzamiento, y en los primeros diez minutos de juego lo intentaron cuatro veces, sumando doce puntos que le sirvieron para igualar el encuentro a diecinueve puntos en el último minuto de juego. Un buen primer cuarto, en donde los dos equipos hicieron gala de un buen juego, logrando un alto marcador que reflejaba lo que estaba sucediendo sobre el parket del Polideportivo de Urreta.

El segundo cuarto comenzó con un nuevo triple del conjunto vasco que produjo un importante cortocircuito en el equipo vigués, que se bloqueó en lo que al juego ofensivo de refiere, pues en cuatro minutos solamente pudieron anotar dos puntos. Ibaizabal se aprovechó de la circunstancia para hacer un parcial de 10-0 que encendía las luces de alarma en el equipo vigués.

Ibaizabal se instalaba en los catorce puntos de ventaja, mientras que el equipo vigués no lograba salir de su bloqueo, no consiguiendo superar los veintiocho puntos anotados al llegar al descanso.

Las cosas no mejoraron tras el paso por el vestuario. Por fortuna el cuadro vasco ya no estaba tan acertado desde la línea de triples, pero aún así al cuadro céltico le costaba jugar en ataque, y a medida que pasaban los minutos la desventaja seguía en aumento, alcanzando los veinte puntos al final del cuarto merced a un lanzamiento triple de Ferris, 59-39.

Al Celta Zorka Recalvi no le quedaba otra que arriesgar al máximo. Ajustaron más la defensa consiguiendo recuperar más balones, mientras que en ataque seleccionaron mejor los tiros. El resultado fue que mediado el cuarto, una canasta de dos puntos de Germán reducía la desventaja hasta los doce puntos, y todavía quedaba mucho tiempo por disputar.

El acierto de Ainhoa Lacorzana, con seis puntos consecutivos le puso emoción al partido, entrando en el último minuto de juego con un 69-64. Arroyo cortó el empuje de las viguesas con un triples a cuarenta y tres segundos para el final, que provocó que el último esfuerzo de Elo no sirviera.