El Celta ha aprendido a levantarse. Tras remontar un gol al Sevilla y rebañar con un ejercicio de pura valentía un punto en el Santiago Bernabéu, el grupo de Óscar García logró sobreponerse ayer a la temprana expulsión de Filip Bradaric y derrotar en inferioridad numérica al Leganés para lograr un triunfo imprescindible. Un latigazo de Iago Aspas a centro de Lucas Olaza decidió un encuentro que muy pronto se complicó sobremanera para los celestes con la severa roja directa que Munuera Montero mostró al croata por una dura entrada a Bustinza y que obligó al conjunto celeste a remar contracorriente durante 75 minutos hasta que el depredador moañés ajustició a los de Javier Aguirre en su primer lanzamiento contra el portal de David Soriano. Toda una muestra de supervivencia que denota la madurez que el Celta ha adquirido para reaccionar a las a las dificultades que le van presentado los partidos.
La trabajada victoria rubricada frente a los madrileños despeja el horizonte de nubarrones e impulsa al Celta en la carrera por la salvación. Los celestes amplían en dos puntos su renta con el Mallorca, dejan a 5 puntos e inclinan a su favor el coeficiente de goles con el Leganés a la vez que pisan los talones a los equipos que les preceden en la tabla, pues dan caza (con un partido más) al Eibar y dejan a tiro de piedra al Valladolid, que solo les aventaja en dos puntos a la espera de su enfrentamiento de esta tarde contra el Espanyol.
denis por sorpresa
Óscar García siempre se guarda bajo la manga alguna sorpresa. No había desplegado el técnico sabadellense desde su llegada dos onces iguales y tampoco lo hizo ayer ante el Leganés. La novedad, al margen del forzoso retorno de Hugo Mallo al flanco derecho de la defensa, fue la inclusión en el frente ofensivo de Denis Suárez, cuya participación estaba en entredicho la víspera por culpa de un nuevo problema en el tobillo derecho.
Tras actuar como revulsivo sirviendo a Santi Mina el gol del empate en el Santiago Bernabéu, el salcedense, que no era titular desde la visita a Butarque, tenía la oportunidad de mostrar su jerarquía desde el inicio del partido. Puso los cinco sentidos en ello, aunque las circunstancias del encuentro no le ayudaron a brillar. A Denis le costó demasiado asimilar la expulsión de Bradaric y hasta que logró templar sus nervios se le vio pasado de revoluciones. Su enfado le costó muy pronto una tarjeta amarilla y sus constantes protestas a un árbitro de gatillo tan fácil como Munuera Montero hicieron temer por momentos una desgracia. Con el paso de los minutos, sin embargo, el salcedense fue encontrando calma y creciendo de forma evidente en el partido, especialmente en un segundo tiempo sin mácula, en el que ayudó a contener la adversario y conectó un par de pases al espacio con mucho veneno.
una expulsión severa
una expulsión severaMás allá de que la expulsión de Bradaric se ajustase a la norma desde el más puro sentido de la interpretación arbitral -la entrada a Bustinza fue muy dura pero no malintencionada y podría perfectamente haberse resuelto con amarilla-, pocos árbitros tienen la capacidad de crispar al Celta como José Luis Munuera Montero.
Ayer no fue una excepción, aunque esta vez el Celta supo encajar el golpe y poco a poco reponerse hasta encontrar el modo de meter mano a un adversario que pagó su falta de ambición manteniendo once contra diez una defensa de cinco hombres. Los de Óscar García tuvieron la virtud de no perder pie en el partido en inferioridad, cerrar al rival el camino de la portería de Rubén y crecer en el campo hasta imponer su mayor calidad para romper la muralla pepinera en una jugada con la pelota detenida.
murillo y la muralla
murillo y la murallaLas altas prestaciones de la defensa han sido claves en la mejoría experimentada por el Celta desde hace ya unos cuantos partidos. En esta progresión ha sido determinante la aportación de Jeison Murillo, un tipo que se lleva todos los duelos por alto y que ha mejorado de forma sensible el rendimiento de sus compañeros de fatigas. El caso más evidente de este contagio es Néstor Araújo, un socio con el que el colombiano ha alcanzado en muy poco tiempo un elevado grado de compenetración y complicidad que ha acrecentado muy notablemente la productividad del equipo en la defensa de los centros laterales y en las acciones de estrategia defensiva.
Reseñable fue también el encuentro en defensa de Olaza, un centrador letal, que agrega una asistencia (y van ya cinco) a sus números, incluso de Mallo, que firmó en muy difíciles circunstancias su mejor actuación en meses.
rafinha toma el mando
rafinha toma el mandoNo menos importante fue ayer el liderazgo de Rafinha, que volvió a cargarse a la espaldas la responsabilidad de sostener al equipo en el partido y multiplicó sus prestaciones para ofrecer soluciones a cada problema que el Leganés le fue planteando, bien con enérgicas conducciones de pelota que obligaron al rival a derribarlo, bien descargando el juego cuando era necesario. Su momento de forma es portentoso.
cambios productivos
cambios productivosLa mano del entrenador ha sido determinante en los buenos resultados cosechados últimamente por el Celta, tanto en el planteamiento inicial como en la capacidad de Óscar García para modificar la hoja de ruta en función de los problemas que le va a planteando el partido. Hace una semana, en el Bernabéu, el sabadellense movió sus piezas para afilar el ataque con cambios ofensivos que le permitieron rascar un punto en un campo casi inasequible ayer, frente al Leganés, apuntaló el medio campo con Beltrán, blindó la defensa con Aidoo y puso a Mina a correr de arriba a abajo para administrar con rigor la ventaja adquirida en el marcador con una genialidad de Aspas. Impecable.
