Era un partido para empezar una nueva etapa en el Celta B. En este mercado de invierno han llegado fichajes como Manu Justo, Markel Lozano y Javi Gómez y Onésimo Sánchez debutaba en el banquillo del filial celeste tras la destitución la semana pasada de los hermanos Montes. El Celta B tenía que dar un golpe de timón y la nueva trayectoria se iniciaba en Miramar ante un Marino siempre complicado cuando actúa de local.

Onésimo debutó con un empate que se antoja justo en un partido con muchas alternativas en el juego. El nuevo técnico hizo debutar en el once a Javi Gómez y Manu Justo se estrenó en la segunda parte. Ambos dejaron buenos detalles.

El Celta B empezó muy bien el partido. A los pocos minutos pudo marcar pero el disparo de Gómez se marchó desviado. Pero como a perro flaco todos son pulgas, el primer contratiempo llegó a los 11 minutos. Ros tuvo que dejar el terreno de juego lesionado y le sustituyó Sergio Carreira.

El equipo vigués reculó y ello motivó que los locales gozaran de buenas ocasiones de gol. Así Rosic realizó un paradón a tiro de Mikel y minutos después tuvo que volver a intervenir para desbaratar otro disparo que los asturianos. Los pupilos de Onésimo mostraban poco oficio porque en estos minutos de la primera parte en los que estaban a merced de un Marino dominador.

En pleno asedio local Rosic era la figura ya que otra vez intervino con acierto para evitar que Saha abriera la lata en Miramar. Tras esta jugada reaccionaron tímidamente los vigueses con una jugada de Carreira que desbordó por su banda derecha y Jacobo no llegó por muy poco a su centro. Respiraban los celestes en esta jugada en la que habían pasado de medio campo. No hubo tiempo para más en una primera parte.

La segunda parte empezó con el Celta B concentrado en defensa e intenso con el objetivo de evitar que los luanquinos se crecieran. No ocurrió tal cosa pero en una jugada aislada se adalantaron los locales. La zaga celeste cometió un penalti que transformó Álex Arias.

Onésimo reaccionó al gol consciente de que puntuar era imprescindible y sacó al campo a Manu Justo en lugar de Bermejo. El Celta B reaccionó y también empató de penalti solo dos minutos después del gol de los luanquinos. En su caso el encargado de transformarlo fue Moha, que batió a Javi Porrón con serenidad.

A partir del gol del empate el partido se decantó para el lado vigués que pudo culminar la remontada con una buena ocasión de Yeboah, pero su jugada personal acabó con un disparo excesivamente cruzado que no encontró portería. Minutos después Manu Justo pudo debutar con gol pero su disparo lo repelió Javi Porrón con una gran intervención. Mala suerte para el filial celeste que estaba jugando buenos minutos.

En los últimos minutos el Marino reaccionó y equilibró el partido. Lora estrelló un balón en el larguero en el minuto 87. Al final los dos equipos dieron por bueno un empate que se antoja justo pero que sirve de poco a los vigueses que siguen en puestos de descenso y a cuatro puntos de la salvación. La llegada de Onésimo al menos ha servido de momento para romper una racha de cuatro derrotas consecutivas lejos de Barreiro.

Ficha técnica:

Marino de Luanco: Javi Porrón; Iván Fernández, Emilio Morilla, Trabanco (Miguel Prado, min. 62), Guaya; David González, Lora; Luis Morán, Álex Arias (Borja, min. 69), Mikel (Boedo, min. 86); Saha.

Celta B: Rosic; Farrando, Ros (Carreira, min. 11), Pampín, Fontán; Molina, Moha; Yeboah, Bermejo (Manu Justo, min. 61), Javi Gómez (Losada, min. 76); Jacobo.

Goles: 1-0, Álex Arias (min. 61), de penalti. 1-1, Moha (min. 63), de penalti.

Árbitro: Patiño Álvarez (madrileño). Amonestó a Mikel, David González, Miguel Prado; Carreira, Javi Gómez y Yeboah.

Incidencias: Estadio de Miramar, unos 800 espectadores.