La venta de Stanislav Lobotka al Nápoles por un montante próximo a los 25 millones de euros (21 fijos más 4 en variables) va a permitir al Celta acelerar en la contratación de los tres refuerzos (uno por línea) que el técnico, Óscar García Junyent, ha pedido al club para reforzar el equipo en la actual ventana de fichajes. Rebasado el primer tercio del mercado, la entidad que preside Carlos Mouriño no ha cerrado más que el traspaso del centrocampista eslovaco. Tras doce días de actividad, no se ha producido una sola incorporación. La primera se espera para la semana entrante.
Con el traspaso del Lobotka, que desde ayer se encuentra en Nápoles para firmar con el equipo que dirige Genaro Gattuso por las próximas cuatro temporadas y media, el Celta obtiene liquidez con la que costear alguna contratación de un nivel similar al del internacional eslovaco.
Así lo espera al menos el entrenador. "El club ingresará un dinero que se puede aprovechar para alguna incorporación", declaró el pasado viernes Óscar García, que confía en el criterio de la dirección deportiva que lidera Felipe Miñambres para acertar con las incorporaciones. "El Celta tiene un gran departamento de scouting y está trabajando en varias posibilidades. Estoy tranquilo", añadió. La complejidad del mercado invernal, limitado en opciones, obliga a la entidad que preside Carlos Mouriño a rascarse el bolsillo para complacer las peticiones del técnico.
El Celta busca un sustituto de garantías a Lobotka, indiscutible para el sabadellense hasta que la pasada semana lo envió a la grada por estar "pensando en otras cosas", y planea incorporar además un defensa central, un medio centro defensivo y un extremo aunque, con 23 de las 25 fichas profesionales cubiertas, antes necesita aligerar carga. El club considera prioritaria la llegada del centrocampista y el extremo, no así la del zaguero, que estaría supeditada a alguna salida.
La necesidad de hacer espacio en la plantilla a los fichajes supone una dificultad añadida para el Celta, que se muestra discreto a la hora de hablar de nombres. El más firme candidato a salir es Claudio Beauvue, cuya rescisión de contrato ya se negoció en verano y que no ha jugado este curso por imperativo institucional. Otras opciones plausibles son David Costas, el tercer defensa central en el orden de preferencias del Celta, y Jorge Sáenz, aunque para desprenderse de este último en el primer año de cesión, el club celeste tendría que pagar una penalización al Valencia. Otra posibilidad podría ser Iván Villar, no así el extremo Juan Hernández, que entra en los planes del técnico.
El sigilo con el que el Celta se está moviendo en el mercado propicia que apenas hayan trascendido nombres de posibles fichajes. Uno de ellos es un viejo conocido, el argentino Augusto Fernández, a quien Óscar García ha elogiado estos días. El retorno del argentino, sin embargo, parece haber perdido fuerza en las últimas horas al no ser una opción prioritaria para el técnico. El hecho de tener cubierto el cupo de plazas extracomunitarias con Néstor Araújo, Lucas Olaza y Gabriel Fernández supone una limitación añadida en un mercado escaso en oportunidades.
De los equipos que luchan por eludir el descenso el Espanyol y el Eibar son los que llevan la delantera con las incorporaciones del delantero Raúl de Tomás por 20 millones, el más caro de la historia de los pericos, y la cesión al conjunto armero del centrocampista Sebastián Cristóforo. El Leganés y el Mallorca no han cerrado por el momento ninguna contratación.
