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La paradoja de Teseo

El Mérida, rival copero y superado por el Coruxo en el play out de 2018, es heredero de aquel contra el que se confirmó el regreso a la UEFA

Mazinho, a hombros de Dutruel, tras derrotar al Mérida. // Cameselle

El Celta se vuelve a cruzar con el Mérida casi 22 años después; en otro siglo en términos estrictos, en otro eón en magnitudes futbolísticas. Se reencuentran en la segunda ronda de la Copa del Rey dos adversarios que coincidieron en Primera División y con el Celta además camino de su etapa más brillante. Aunque en realidad no sean ya los mismos. "Aquellos que se meten en el mismo río pasan aguas siempre distintas", sostenía Heráclito.

Este Mérida que el domingo recibe al Celta en el Estadio Romano, celtas y romanos en la revancha del Medulio, reproduce la paradoja de Teseo. El héroe regresó a Atenas desde Creta en un barco antiguo y a la vez nuevo. A fuerza de sustituirle poco a poco las tablas, nada quedaba ya del armazón original. Así unos filósofos defendían que el barco continuaba siendo el mismo y otros que no. El fútbol emeritense se define de esa misma manera, entre cambios de denominación y herencias. Ya el Club Polideportivo Mérida, el que militó en dos ocasiones en Primera, bautizado como tal en 1985, era el último eslabón de Catalanes, Emérita, Emeritense, Mérita Industrial? Al Mérida, como a tantos, se le indigestaron los excesos. En 2000 desaparecía, vencido por las deudas. El mismo destino que su sustituto, el Mérida Unión Deportiva, que existió de 2000 a 2013.Al Mérida Asociación Deportiva, que adquirió sus derechos en subasta judicial, le corresponde desde entonces intentar quebrar esa condena de Sísifo.

Así que era el Mérida, este Mérida pero otro Mérida, aquel contra el que el Celta vivió el tormento y el éxtasis en la temporada 97-98. Aquel extraordinario conjunto de Jabo Irureta, que desde la tercera jornada nunca bajó de la octava posición, siendo incluso tercero en la 28ª y 29ª, vivió seguramente en la ciudad extremeña su trago más amargo. Mostovoi, Mazinho, Karpin, Revivo y compañía cayeron por 4-0 en el entonces Estadio Romano José Fouto ante un Mérida con el Mono Montoya en la portería, el exceleste Mariano en defensa y Radchenko en la delantera. El ruso no anotó ese día; lo hicieron Marcos, Ruano, Correa y Sabas.

Fue a la vez una alegría a la postre estéril de los emeritenses, que acabaron hundiéndose en la segunda vuelta. El descenso lo consumaron en la última jornada, en Balaídos, donde su pesar contrastó con el júbilo vigués. Los goles de Moisés y Gudelj abrían la puerta a la segunda aventura en la Copa de la UEFA 27 años después.

El Celta, desde entonces, ha ido y vuelto de Europa, con sus pesares en Segunda. El Mérida ha ido y vuelto de las disoluciones. En puridad, el único equipo vigués que lo ha catado, en su encarnación actual, ha sido el Coruxo. Se enfrentaron en el play out de la temporada 2017-2018. La escuadra olívica arrancó un 2-2 del Romano que defendió después con un 0-0 en O Vao para quedarse en Segunda B.

El Mérida, equipo ascensor entre el fútbol profesional y el aficionado, ha vuelto a Segunda División B, de cuyo grupo IV es actualmente penúltimo. Los extremeños quieren concederse un sorbo de ilusión en este camino de espinas. A La Nucía, en un partido disputado en dos entregas por la amenaza de derrumbe de una torreta de luz, le igualaron en la segunda parte el 0-2, clasificándose en la tanda de penaltis. El Romano ya desempolva sus viejos oropeles.

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