Eduardo Berizzo habla por primera vez abiertamente de la posibilidad de regresar al Celta en un futuro. "Todos necesitamos ganar y me hubiera encantado haber terminado con un título en Celta, pero en todo caso es un motor que me moverá siempre a regresar para darle un título a esa gente. Dárnoslo a todos, en realidad", ha declarado el actual seleccionador paraguayo en La Nación. Una opción con la que sueña un amplio sector del celtismo desde el mismo momento en que se produjo el divorcio entre el cuerpo técnico dirigido por el argentino y la directiva comandada por Carlos Mouriño. Y aunque se antoje difícil el regreso de Berizzo a corto plazo, lo cierto es que hay puentes que nunca se quemaron y otros se han ido reconstruyendo.

En la extensa entrevista con Diego Borinsky, de cien preguntas exactas como es marca en su sección, Eduardo Berizzo repasa toda su vida, incluyendo los acontecimientos deportivos y personales que ha atravesado en los últimos años, siempre con su particular sentido del humor.

-¿Tuviste miedo de morirte cuando te comunicaron que tenías cáncer de próstata?-, le pregunta el periodista.

-Tengo miedo de morirme desde hace mucho (risas), ese miedo no me lo descubrió el cáncer de próstata, era una idea previa. pero no me gusta la idea, lógicamente-, replica el entrenador.

En un largo repaso a su trayectoria y sus ideas futbolísticas, con especial incidencia en el magisterio de Bielsa, Berizzo habla de su etapa céltica como entrenador. "Si pudiese medirse cuánta influencia tiene el entrenador en su equipo, ese Celta fue donde más desarrollo tuvo mi idea, junto a O'Higgins. Eso prueba que la idea necesita desarrollo a través del tiempo, no hay magia ni receta instantánea, hay que apostar a muchos entrenamientos y a encontrar los artífices indicados para la idea. Fuimos progresando en las campañas y llegamos a semifinales de Copa del Rey y de Europa League. Nos faltó muy poquito. Y jugando a la manera que pretendíamos, eso fue lo más valioso".

Vigo es una parada inevitable en estas memorias de Berizzo. "He pasado casi 9 años de mi vida allí, entre las dos etapas, y espero contar con otra más en algún momento. En Vigo tengo amigos, suelo ir a visitarlos, es un sitio que me gusta mucho y donde me siento muy respetado y querido", confirma. "Uno es de donde tiene amigos, y yo no soy de ningún lugar en especial, pero soy un poco de todos".

Aunque ya lo avanza en la respuesta anterior, es ahora cuando detalla esa posibilidad de regresar al Celta: "Uno fracasa en resultados muchas más veces de las que tiene éxito, haciendo un repaso general. Hay muy pocos entrenadores que fueron muchas veces campeones, a otros no les tocó nunca en una campaña de 25 años. Para mí, es mejor apuntar a que el éxito sea hacer lo que tenés que hacer todos los días como entrenador. Y es mentira que solo se le reconocen cosas al que gana, el mejor ejemplo es Holanda del 74. Después, hay entrenadores con mucho éxito que permiten y se permiten cualquier comportamiento. ¿El éxito avala todo? Para mí, no. Todos necesitamos ganar y me hubiera encantado haber terminado con un título en Celta, pero en todo caso es un motor que me moverá siempre a regresar para darle un título a esa gente. Dárnoslo a todos, en realidad".

Berizzo y otros miembros de su cuerpo técnico, como Ernesto Marcucci, no solo regresan a Vigo con frecuencia; mantienen una excelente relación con ejecutivos célticos. La separación, decidida en mayo de 2017, poco antes del final de la temporada, obedeció a un largo proceso de renovación en el que acabaron pesando más los desencuentros y la descoordinación en los tiempos. Pero el Toto ya lo ha dejado claro: si depende de él, en algún momento habrá un tercer episodio céltico en su vida.