El filial céltico olvidó la dolorosa derrota encajada la pasada jornada en el campo del Atlético Baleares (6-1) con un trabajado triunfo ante el Oviedo B, en un choque en el que los vigueses sufrieron a pesar de jugar prácticamente todo el encuentro con un jugador más por la temprana expulsión de Jose Martínez. Una victoria, la segunda consecutiva en Barreiro, que permite a los locales coger aire en la clasificación y salir momentáneamente de los puestos de descenso.

La contundencia de la derrota sufrida siete días antes así como las palabras del técnico del Celta B, Jacobo Montes, al término de aquel encuentro señalando que su equipo había hecho el ridículo y que era necesario un cambio, anunciaban novedades. Sin embargo, respecto a las últimas citas del filial céltico, las variaciones fueron más de actitudes que de nombres. Así, Ros recuperó su sitio en el centro de la zaga como compañero de Farrando y con Fontán en la izquierda. Mientras, Moha, ayudado por la obligada ausencia de Gabri, se convertía en la pareja de Dani Molina en el centro, con Jacobo, Bermejo y Solís formando la línea de tres media puntas. La gran novedad llegaba arriba, donde regresaba Apeh, aún no recuperado totalmente de sus molestias pero listo para intentar ayudar al equipo.

Su presencia se notó ya en una de las primeras acciones, con los dos equipos aún acomodándose a las condiciones de un campo de Barreiro muy encharcado. Porque el delantero céltico aprovechó un bote rápido del balón para, con un buen control, encarar ya a Jaume Valens siendo agarrado por Jose Martínez cuando se disponía a rematar. El árbitro no dudó y señaló la falta al borde del área y expulsó al central oventense.

Con todo el partido aún por delante y un jugador más sobre el campo, las cosas pintaban bien para el conjunto de Jacobo Montes. Aún más cuando, apenas superado el cuarto de hora, Jacobo colocaba un centro desde la izquierda que Apeh no lograba controlar aunque la pelota llegaba al segundo palo para que Bemejo, con su pierna izquierda firmase el 1-0.

La ventaja en el marcador y la superioridad numérica dieron tranquilidad a un Celta B que pudo aumentar su renta aunque se marchó al descanso con el susto en el cuerpo tras un centro chut de Roberto Alarcón al que Steven no llegó por muy poco instantes antes del intermedio.

Las malas sensaciones pudieron disiparse nada más reanudarse el choque pero Apeh remató demasiado alto en inmejorable posición un saque de esquina. Y en la jugada posterior, Riki aprovechó un balón suelto para disparar desde la frontal del área y Tarsi acertó a meter la cabeza para desviar la trayectoria del lanzamiento y llevar la pelota al fondo de la portería de Fran Vieites.

El gol fue un auténtico mazazo para el Celta B, que era un manojo de nervios, y el Oviedo B crecía por momentos. Un mal despeje de Farrando daba a Pierre la oportunidad de probar fortuna con un disparo que se marchó excesivamente cruzado. Apenas un par de minutos después fue Steven el que obligó a Vieites a emplearse a fondo para sacar una buena mano a bajo a un potente disparo raso.

Jacobo Montes no esperó más y realizó una doble modificación que acabó siendo decisiva. Yeboah y Manny saltaron al campo en sustitución de Farrando y de Moha y, sobre todo el primero, agitó el encuentro con su velocidad y decisión a la hora de buscar la portería rival.

El filial céltico empezaba a respirar de nuevo y una gran combinación entre Sergio y Bermejo, que habilitó perfectamente de tacón al propio Yeboah, acabó con un centro de este para que Apeh, aprovechando un inoportuno resbalón de Rober firmase a placer el 2-1.

Los vigueses pudieron cerrar ya el choque apenas cuatro minutos más tarde en una veloz contra en la que Apeh, muy generoso, cedió para que Bermejo marcase a palcer. Pero, sin embargo, su remate se fue fuera.

Afortunadamente para los locales no hubo tiempo para lamentar el error. En la siguiente jugada fue Bermejo el que puso un medido pase interior para que Yeboah sacase otro centro raso que Apeh convirtió en el definitivo 3-1, que cerraba ya el choque y confirmaba el importante triunfo céltico.