El Celta se tuvo que poner el mono de trabajo en un partido loco en donde los vigueses se vieron sorprendidos en el marcador, aunque fueron capaces de darle la vuelta al marcador.

El Calasanz salió atrevido al campo de A Madroa, buscando dar la sorpresa al buscar la portería de los vigueses. Lo consiguieron poco antes de haberse cumplido los primeros veinte minutos, y fuer toda una sorpresa. La parte positiva es que quedaba mucho tiempo por delante, y antes de llegarse al descanso Aldán había logrado el tanto de la igualada.

Gael fue el encargado de darle la vuelta al partido, y Miguel ampliaba la ventaja, pero el Calasanz se resistía a entregar el partido, y pocos minutos después recortaba la desventaja.

El Celta estaba lanzado, y a poco menos de media hora para el final Aldán sentenciaba el encuentro, ratificando Carlos la victoria céltica, diez minutos más tarde, sin capacita de reacción visitante.