El estreno de Óscar García en Balaídos se saldó con un empate que dejó rostros serios y de enfado en el Celta después de desperdiciar las más claras ocasiones de gol en un partido en el que el Valladolid fue superior en el arranque pero en el que tuvo que aplicarse en defensa para evitar la ofensiva rival. Tras el triunfo en Villarreal, se esperaba que los célticos sumasen la segunda victoria consecutiva que les permitiese, al menos por unas horas, salir de los puestos de descenso. No pudo conseguir ante su afición, como también esperaba su técnico, que agradeció el esfuerzo de sus futbolistas para mejorar lo que habían manchado tras un comienzo de partido horrible.

Un retoque

Introdujo un único cambio en el once Óscar García con respecto al equipo que ganó en Villarreal. Mina entró por Brais Méndez, con lo que el Celta se presentó ayer en Balaídos con un 4-3-3 como dibujo táctico, con Aspas como delantero centro y flanqueado por Pione Sisto por la izquierda y Mina por la derecha. El vigués sufre por la banda, alejado de la portería rival y con dificultades para el desborde. El técnico de Sabadell buscaba más poder ofensivo y volvió a encontrarlo en Aspas y en Sisto. Al moañés le ha sentado muy bien el relevo en el banquillo. Empieza a parecerse al del curso pasado.

Reacción

Como ya ocurriera en las dos anteriores jornadas, el Celta ha mejorado su juego. Aprovecha mucho mejor sus recursos y afronta los partidos en busca de la portería rival. Ese es su principal objetivo. Así, ayer, ante un Valladolid con buen pie y descarado, los célticos tuvieron cuatro claras ocasiones de gol en la primera mitad, con Aspas, Pape Cheikh y Néstor Araújo como protagonistas. A esa proyección ofensiva, los de Óscar García le añaden intensidad y compromiso en sacar adelante un proyecto ilusionante que perdió una credibilidad que va recuperando poco a poco.

Estreno gris

Ante el Valladolid se producía el estreno de Óscar García en Balaídos al frente del Celta y la afición lo celebró con una gran ovación cuando el catalán asomó en el estadio desde el túnel de vestuario. Óscar García se presentaba en Vigo como entrenador dos décadas después de haber marcado dos goles con el Barça. Y su debut como entrenador céltico en casa se producía ante un Valladolid presidido por su excompañero Ronaldo Nazario, autor del tercer tanto azulgrana en aquel triunfo visitante en la primavera de 1997.

Pione Sisto y Lucas Olaza

En su debut en LaLiga española, Óscar García ha cambiado el Celta con apenas unos retoques, gracias a los que emergen las figuras de Sisto y de Lucas Olaza. El lateral zurdo uruguayo ha ganado gran protagonismo. En los dos anteriores partidos sumó un gol y una asistencia. Ayer volvió a generar peligro en ataque con medidos centros a balón parado y en jugada. El entrenador catalán le ha encargado que lance la mayoría de los saques de esquina desde la derecha y faltas al borde del área rival. Ahora mismo incluso le discute los lanzamientos a balón parado al Iago Aspas. El trabajo del zaguero uruguayo se completa con su gran labor en la retaguardia, donde apenas concede oportunidades a sus adversarios. En las labores de contención, Olaza ha encontrado un excelente aliado en Sisto. El internacional danés aparece siempre para tapar las subidas del lateral. Sisto parece empeñado en jugar la próxima Eurocopa con la selección escandinava, de la que desapareció tras su declive en el Celta.

Okay continúa ausente

Una vez más, Okay Yokuslu se quedó sin jugar. El turco no volvió al equipo desde el pasado de octubre, tras la derrota en Mendizorroza. Óscar García dijo la víspera que cuenta con él y que lo ha visto entrenar bien durante la semana, pero no cuenta para el sabadellense como tampoco durante las últimas jornadas de Escribá al frente del equipo vigués. Para el centro del campo, el nuevo técnico sigue apostando por Lobotka y Pape Cheikh. Beltrán es la opción para los cambios. Okay sigue los partidos desde el banquillo.

Regreso de Rafinha

Ayer volvió a jugar Rafinha Alcántara, lesionado en las últimas jornadas. Era el estreno del brasileño con el entrenador que le dirigió en aquel juvenil del Barcelona que lo ganó todo. Rafinha tendrá que pelear por ese puesto de interior o extremo por la derecha que Óscar García reservó a Brais Méndez y a Santi Mina. Ninguno de los dos ha conseguido lo que el técnico espera de ellos y lo que necesita el equipo para ser más venenoso en ataque. Se mostró contento el técnico con el trabajo de Rafinha, por lo que se perfila como titular para el próximo partido.

Ocasión para el 'Toro'

Óscar García también se destacó el trabajo de el 'Toro' Fernández durante los minutos que el técnico le concedió en los minutos finales. El uruguayo peleó y tuvo presencia en ataque. Es una alternativa para un equipo que ayer ofreció mejores sensaciones que resultados.