Iago Aspas fue el pasado lunes el invitado de lujo de 'Universo Valdano', en el que el campeón Mundial con Argentina en México 86 y reputado extécnico repasa la carrera y habla de lo divino y lo humano en el fútbol con los grandes protagonistas de LaLiga.

Pocas cosas nuevas descubrió el popular programa de Movistar+ sobre la estrella del Celta que no supieran los celtistas, aunque sí dio detalles de algunos episidios poco conocidos, como el de su frustrado retorno al Celta en el mercado de invierno cuando aún mililtaba en el Sevilla -se enfadó con Monchi por retrasar su fichaje por el Celta hasta el verano- o la influencia que Paco Herrera y Eusebio Sacristán han tenido en su capacidad para mejorar en el entendimiento del juego.

Del vallisoletano, el moañés aprendió a ser paciente, a "esperar mi momento" para contactar con la pelota; el pacense le abrió un mundo nuevo adelantando su posición en el campo y le ayudó "a leer los espacios y a entender el juego", pero sobre todo a buscar soluciones simples a la hora de definir, una enseñanza que, admite, se le ha "quedado grabada" y que él insiste en transmitira a los canteranos que se entrenan habitualmente con el primer equipo.

Pero quizá la revelación más novedosa de la entrevista fue el detallado estudio que Aspas realiza de los defensas y porteros rivales antes de cada partido. El moañés reveló que, al margen del trabajo que realiza con el analista del equipo, se lleva deberes a casa para estudiar los movimietnos de los defensas rivales, si van al suelo a o aguantan el regate o hacia qué lado se tiran los porteros.