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Vida nueva para Pape

La llegada de Óscar García al banquillo celeste refuerza el papel del canterano, cuyo combativo perfil encarna el temperamento que el técnico quiere inculcar al equipo

El Celta abordó el pasado verano el fichaje de Pape tras caerse otras opciones de mercado y su regreso despertó menos expectación que los de Denis Suárez, Santi Mina o Rafinha, desde el primer momento llamados a tener un papel protagonista en las altas (y fallidas) expectativas con que el conjunto celeste abordó el campeonato.

Con Fran Escribá, que lo empleó siempre como recurso de banquillo, la participación de Pape Cheikh en la vida competitiva del Celta fue poco más que testimonial. Algunos minutos sueltos en los finales de partidos que fueron espaciándose a medida que fue avanzando la competición y tuvieron su punto álgido en el partido contra la Real Sociedad, en el que el canterano disfrutó de su primera titularidad y acabó pagando su exceso de ímpetu con una doble tarjeta amarilla que condenó al Celta, que jugó en inferioridad la última media hora de partido. El predecesor de Óscar García empleó por última al futbolista nacido en Dakar 16 minutos contra el Getafe en sustitución de Lobotka en un vano intento de remontar el partido.

El papel secundario que Pape tuvo con el preparador valenciano experimentó un cambio radical en el debut en el Camp Nou del nuevo técnico, que utilizó frente al Barça un esquema y una propuesta muy distinta y prescindió de varios pesos pesados del equipo para desplegar un once revolucionario en el que centrocampista de ascendencia africana desempeñó una función muy relevante.

Formando trío con Fran Beltrán y Lobotka, Pape fue el hombre que mejor encarnó en el Camp Nou el nuevo talante que Óscar quiere inculcar al Celta. La intensidad y agresividad del canterano en la presión de la salida de pelota azulgrana proporcionó muy buenos réditos al conjunto celeste, al que solo el genio de Leo Messi pudo frenar. Su incansable labor propició varios robos de pelota cerca del área azulgrana y permitió al Celta forzar dos faltas muy peligrosas sobre la corona del área azulgrana. Aspas estrelló la primera sobre la barrera; Olaza, ajustando el balón al palo con un perfecto lanzamiento, convirtió en gol la segunda.

No tiene el preparador celeste en plantilla muchos más jugadores del perfil de Pape, intenso, extraordinariamente combativo y con evidente vocación de ir hacia delante en cuanto se le presenta la menor ocasión. Su buena respuesta en un escenario de tanta de dificultad como el disputado en el Camp Nou, refuerza la idea de que será también importante en la próxima visita al campo del Villarreal.

Probablemente no solo Pape. Frente al Barça ha Óscar no le dolió en prendas sentar a tipos de tanta jerarquía en el equipo como Denis y Brais Méndez en beneficio de actores secundarios como Pione Sisto o David Juncà, a los que el técnico parece que se propone también recuperar para la causa.

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