El Celta no ha tardado en reaccionar después de que ayer se conociese que la Liga de Fútbol Profesional había programado el primer partido de 2020 para la noche de Reyes a las 21.00 horas.

El choque contra Osasuna, que visita Balaídos, ha sido el designado por organismo que preside Javier Tebas para cerrar la decimonovena jornada, con la peculiaridad de que ninguno de los que le preceden ese domingo arranca más tarde de las cuatro de la tarde.

La noticia de que el enfrentamiento ante Osasuna rompería buena parte de los planes familiares para la noche más especial del año había generado una catarata de críticas por parte de los aficionados. El Celta, ha actuado con diligencia y en unas horas ha solicitado a a la Liga el cambio de horario.

Hace dos temporadas, el rival de los celestes ya solicitó y le fue concedido un cambio de partido, en este caso frente al Valladolid, en la misma fecha y horario.

Día de gimnasio. El temporal de lluvia que ayer azotó a Madroa impidió al Celta ejercitarse ayer en el campo de entrenamiento. Salvo Rafinha Alcántra y Santi Mina, que realizaron carrera continua en solitario, la mayoría del plantel trabajó en el gimnasio. El equipo celebrará hoy en Balaídos su última sesión semanal de trabajo y disfrutará del fin de semana libre.