Sonó el silbato y el Celta se lanzó como un gran felino al cuello del Barcelona. Poco pareció importarle internarse en el coto de caza habitual de Leo Messi. Los celestes quisieron desembarazarse de golpe de las ataduras de Fran Escribá con presión, intensidad y un cambio de dibujo. El plan parecía funcionar. El Barça pasó apuros. Se adelantaron de penalti. Olaza respondió con un golazo de falta. Ernesto Valverde tuvo que dar entrada a Busquets a los veinte minutos... Pero faltó concentración en momentos puntuales. Momentos en los que Messi se vistió de francotirador y acribilló al conjunto vigués con ese fusil de precisión que tiene en el pie izquierdo. Un triplete del argentino y un último tanto de Busquets empañaron el buen estreno de Óscar García en el banquillo, al que tres días de trabajo en A Madroa le han bastado para imbuir a los jugadores de esa agresividad en campo contrario que tanto se echaba de menos.
Mitad valiente, mitad prudente. Óscar García Junyent sorprendió a todos con su primera alineación. Hasta a Ernesto Valverde. El nuevo entrenador celeste propuso un sistema pensado para presionar en campo contrario y juntar líneas en el propio, con una defensa adelantada de cinco en la que Olaza, Araújo y Aidoo actuaron como centrales, mientras que Mallo y Juncà ocuparon los carriles laterales. En el centro del campo tres pulmones: Lobotka, Beltrán y Pape. Arriba, Sisto junto a Aspas. En su debut, el técnico catalán dejó en el banquillo a hombres importantes como Denis Suárez, Brais Méndez u Okay Yokuslu.
Los primeros minutos del encuentro pueden ser un reflejo aproximado de lo que será este nuevo Celta: no dejar pensar al Barcelona en su fase de salida de balón, verticalidad de los interiores, profunidad de los laterales y defender lejos de la portería de Rubén con las líneas bien pegadas para impedir el juego interior del adversario. Ante este plan el Barcelona solo pudo encontrar la comodidad a partir de la calidad individual de Messi. Porque los vigueses consiguieron ahogar la circulación azulgrana y propiciaron que Valverde sacase del banquillo a Busquets por Semedo a los veintitrés minutos para oxigenar su centro del campo. Justo antes Messi había adelantado al cuadro local desde el punto de penalti después de una mano de Aidoo dentro del área.
Sin embargo el Celta no se achicó y mantuvo su empuje. A la segunda falta que provocó Pape Cheikh en la frontal del área catalana llegó el tanto del empate. Olaza, con una preciosa rosca, colocó la pelota lejos de los guantes de Ter Stegen. Todos pensaban que Aspas iba a encargarse del lanzamiento cuando el uruguayo conectó su lanzamiento. La respuesta de Messi no se hizo esperar. Otra falta en la frontal, esta vez en el lado contrario, y balón a la escuadra del argentino. El 'diez' culé fue el factor decisivo que doblegó al Celta.
Nada más volver del descanso, los vigueses concedieron otra falta prácticamente en el mismo lugar. Messi ya tenía la medida tomada y calcó su disparo anterior. Tres a uno y partido finiquitado. El Celta ya no fue capaz de recuperar la intensidad del principio y poco a poco se consumieron los minutos. Lo intentó Beltrán con un zambombazo despejado por Ter Stegen y Óscar García desde el banquillo, dando entrada a Brais, Denis y Gabriel Fernández. Busquets, que encontró un rechace al borde del área, completó la goleada antes del pitido final.
Ficha técnica:
Barcelona: Ter Stegen; Semedo (Busquets, m. 23), Piqué, Umtiti, Junior; Sergi Roberto, De Jong, Arthur; Messi, Griezmann (Luis Suárez, m. 73) y Ansu Fati (Dembélé, m. 46).
Celta: Rubén; Aidoo, Araújo, Olaza; Hugo Mallo, Beltrán, Pape Cheikh (Gabriel Fernández, m.81), Lobotka (Denis Suárez, m.76); Juncá; Aspas y Sisto (Brais Méndez, m. 64).
Goles: 1-0, m. 23: Messi, de penalti. 1-1, m.42: Olaza. 2-1, m. 45+1: Messi. 3-1, m. 48: Messi. 4-1, m. 85: Busquets.
Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández (Comité Balear). Amonestó a los locales Umtiti (m.25), Messi (m.40), Sergi Roberto (m. 53), Busquets (m. 88) y a los visitantes Fran Beltrán (m.45).
Incidencias: Partido de la decimotercera jornada de LaLiga Santander disputado en el Camp Nou ante 71.209 espectadores.
