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Óscar García confía en los mimbres

El entrenador catalán aspira a que el Celta recupere "la pasión" por el juego y que el protagonismo de la cantera aumente para sacar adelante el proyecto "entre todos", con más liderazgos dentro de la plantilla

Carlos Mouriño y Felipe Miñambres flanquean a Óscar García Junyent, con la camiseta del Celta, ayer, en A Sede de la calle del Príncipe. // Marta G.Brea

El Celta presentó ayer en sociedad a Óscar García Junyent (Sabadell, 1973) como entrenador del primer equipo para lo que resta de temporada, aunque ambas partes se muestran dispuestas a prolongar el vínculo contractual más allá del próximo mes de junio si se dan las circunstancias adecuadas. Acompañado del presidente céltico, Carlos Mouriño, y el director deportivo Felipe Miñambres, el técnico catalán se mostró convencido de que "entre todos" podrá salir adelante el equipo vigués, que ocupa una de las tres posiciones de descenso a Segunda -con 9 puntos en 12 jornadas- y el sábado le espera en el Camp Nou el vigente campeón de LaLiga. "Hay mimbres para salir adelante", subrayó el sabadellense, que acudió al acto con su hermano Roger -ejercerá como segundo entrenador- y el analista Rubén Martínez. Falta por llegar a Vigo el preparador físico Kike Sanz, hasta ahora en el Pumas de México.

Óscar García se mostró claro y directo en su mensaje como nuevo entrenador céltico. "Estoy totalmente convencido de que hay mimbres, de que la plantilla tiene calidad. Hay que trabajar otro tipo de cosas que sí son mejorables. Quiero que el Celta sea un equipo proactivo, quiero que la afición se sienta orgullosa de cómo jugamos y, sobre todo, del sentimiento a la hora de jugar. Hay muchos jugadores de la cantera, formados aquí y eso va a hacer que su implicación sea mayor. Quiero un equipo que tenga pasión por lo que hace, que entienda por qué se hacen las cosas, un equipo que sea protagonista, aunque habrá momentos que no podamos", apuntó el preparador catalán sobre los rasgos identificativos que desea para su Celta.

De un equipo con pasión no se habla en Vigo desde la marcha de Eduardo Berizzo, pero Óscar García se muestra convencido de sacarle rendimiento a una plantilla que no ha cumplido todavía las expectativas. "Este equipo puede y tiene que competir mucho mejor de lo que lo está haciendo. Una cosa es entrenar y otra competir", sostiene.

Después de dirigir dos entrenamientos en A Madroa, donde los rondos típicos de la escuela del Barça han regresado al trabajo de preparación del equipo, el sustituto de Fran Escribá en el banquillo céltico desconoce por el momento el dibujo táctico que empleará el Celta. "Es importante conocer bien a los jugadores y todavía no tengo un sistema que diga que voy a jugar así [con el 4-3-3] siempre".

Tampoco cree que se produzca un cambio brusco en el equipo con el revelo del técnico. "La pérdida de confianza de un equipo es poco a poco, no la pierdes de un día para otro, es un proceso; y a la inversa, igual. Un equipo, si está decaído, no puedes subirlo al día siguiente, es un proceso que vamos a intentar hacer lo más rápido posible".

En ese caso, el catalán apela a la plantilla: "Todo va a depender de la disposición de los jugadores, que en el tiempo que llevo es muy buena. En cuanto al trato al jugador, yo creo mucho en un trato diferente a las personas porque no todos somos iguales. Una misma frase a un jugador puede afectarle de una manera o de otra. Eso es lo que voy a intentar: conocer cuanto antes a los jugadores, el carácter que tienen, hablar mucho con ellos y unir fuerzas para tirar esto hacia adelante".

Habla también García Junyent de que le gustaría que hubiese muchos líderes en el equipo. "Hablé con algunos jugadores [los capitanes], pero no puedo ejercer toda la presión en una persona. Somos un equipo, somos una familia. Hay padres, madres, abuelos que tienen ascendencia, pero todos tienen que ser líderes. Ojalá tuviéramos veinte líderes y si no hay, formarlos".

El sábado espera al Celta el Barcelona, que necesitar resarcirse ante su afición del tropiezo europeo ante el Slavia de Praga. "No es buen momento para jugar en el Camp Nou y menos ahora con los resultados últimos. Pero tenemos que competir contra todos, el calendario es así. Vamos a preparar el partido lo mejor posible. Después vendrá muy bien el parón para trabajar durante quince días, antes del siguiente partido [contra el Villarreal]". Espera Óscar García que el partido del sábado no se vea afectado por los altercados de las últimas semanas en Barcelona.

Mouriño dio la bienvenida al nuevo técnico con el deseo de que se sienta "cómodo entre nosotros. Desde este momento, perteneces a esta gran familia". Miñambres, por su parte, confía en que el cambio de técnico "será para bien. Estamos convencidos de que nos va a ayudar a mejorar".

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