Fran Escribá pone buena cara al mal tiempo. El técnico del Celta prefiere centrarse en los beneficios de ganar esta noche al Betis que en la posibilidad de un despido que, asegura, no tiene en mente a la hora de preparar el partido contra los verdiblancos. "No pienso en mí, sino en el equipo. Pienso exclusivamente en que el Celta gane y por fin nos demos una alegría, en ser capaces de enlazar dos victorias en los partidos que nos quedan esta semana", afirmó ayer en rueda de prensa el preparador celeste, que agregó: "Mi situación o lo que me pueda pasar a mí no me preocupa lo más mínimo".

El entrenador del Celta no percibe que nada haya cambiado en su relación con el club tras la derrota del pasado domingo contra la Real Sociedad. "La comunicación es la misma de todas las semanas. Es muy fluida, hablemos de lo que nos gusta y lo que no nos gusta. El mensaje que recibí fue más positivo que otra cosa. Me ha llegado más satisfacción que otra cosa, aunque lógicamente estamos preocupados por la situación", indicó Escribá, que concede un gran valor al respaldo que ha recibido de sus jugadores. "Si no fuera así, no estaría aquí. Los resultados me daría igual si yo supiese que no tengo el respaldo de la plantilla. Pero no necesitan hacerlo. Les agradezco que asuman su cuota de responsabilidad, pero prefiero que señalen al entrenador que la plantilla", aseguró.

Escribá considera que tanto su mala situación como la de su homólogo bético, Joan Francesc Serrer, Rubi, es pasajera. "Por potencial y por plantilla, tanto el Betis como nosotros vamos a salir de ahí, eso lo tengo claro. Otra cosa es que necesitamos que nos salga cara y nos está saliendo cruz. Estamos e un momento en que todo nos está saliendo al revés y al Betis le pase un poco lo mismo, pero no tengo duda de que tanto ellos como nosotros vamos a salir de ahí", subrayó. Y precisó: "Lógicamente mañana espero que seamos nosotros los que reaccionemos".

El entrenador céltico admitió, sin embargo, que ninguno de sus futbolistas ha dado su mejor versión. "Nadie está dando su mejor versión. Somos conscientes de ello. Puede ser que cuando el colectivo no da la mejor versión, individualmente repercute y cuando a nivel individual no están en su mejor versión, también repercute", apuntó.

Escribá reconoció que el bajo rendimiento del equipo "le duele" a sus jugadores, pero no considera en absoluto que el Celta atraviese una situación límite. "Cuando uno entrena a un equipo que está muerto, lo nota rápido. Este equipo no está, para nada, mal. Está tocado, está herido, pero para nada está mal en el sentido anímico o el de no tener ganas de darle vueltas a esto", sostuvo.

El técnico opinó, por último, que los nervios pueden pasar más factura esta noche al Betis que a su equipo. "Lógicamente queremos ganar, pero somos conscientes que el cero a cero de inicio puede generar más nerviosismo en ellos que en nosotros. No vamos a renunciar a ganar el partido, pero hay que saber manejar los tiempos", declaró.