Fran Escribá trata de poner buena cara al mal tiempo. El técnico céltico es consciente de que su cargo pende ahora mismo de un hilo, pero se aferra al trabajo y a la confianza del grupo en su liderazgo para mirar adelante en busca de una reacción que no acaba de llegar, pero que él sigue viendo factible. "Si no pensase que puedo darle la vuelta, no estaría aquí, anticiparía cualquier decisión. Si no me viese capaz, no creyese en el equipo o, más importante, si como entrenador no viese que el equipo confía en mí. Si yo eso no lo viese, no me iba a quedar por el contrato", aseguró tras el choque. "Si no viese que la situación es reversible, daría un paso a un lado porque lo que quiero es el beneficio de este club. Lo dije en la previa y lo digo ahora: si el beneficio de este club es que venga otro compañero, seguiré siendo socio del Celta", añadió Escribá, que remachó: "Si no viera esta situación reversible conmigo y con este grupo, sería el primero en dar un paso a un lado".

El entrenador del Celta desconoce, sin embargo, si el club tiene esa misma confianza en su capacidad para revertir la situación. "No es una pregunta para mí. Entiendo que se haga, pero no es pregunta para mí. Mi obligación es seguir trabajando e intentar sacar esto. Lo dije siempre, confío en los jugadores y confío en el proyecto, pero también entiendo que los entrenadores estamos sujetos a los resultados, aquí y en todos los sitios. Si en algún momento se produce la decisión, no depende de mí", dijo.

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Escribá restó importancia a la baja forma de Iago Aspas, del que destacó su gran fiabilidad, y achacó la falta de gol a un problema general de sus futbolistas de ataque.

"Cualquier comentario sobre el rendimiento de un futbolista podría traducirse como una crítica y no es así. Todos los grandes jugadores, y Iago lo es, tienen momentos mejores y momento peores. Lógicamente cuando cualquiera no da su mejor versión el equipo lo siente, pero si hay un jugador que va a ser fiable, como tantos años lo ha sido, será Iago. En cuanto se conecte, será importantísimo. Ahora también lo es, pero sí que es cierto que echamos de menos, ya no sus goles, sino los goles de la gente de arriba, que nos está costando", indicó.

El preparador valenciano se refirió también a la expulsión de Pape Cheikh, que no consideró determinante en el resultado del partido. "La expulsión no cambió tanto el partido. Ellos tenían más el control del juego, pero la sensación es que nosotros generábamos más peligro. En la primera parte no recuerdo un solo disparo a portería de ellos. Solo en una situación en la que nos quedamos momentáneamente con nueve y había gente fuera de sitio hubo un desajuste y en un medio rebote nos hacen el gol. Hasta ese momento no recuerdo ninguna ocasión. Luego sí es verdad que tuvieron dos. A nivel de la lectura del partido [la expulsión], no cambia nada especial,tuvieron algo más de control, pero no tuvieron ninguna ocasión", apuntó.

Fran Escribá, consideró, no obstante muy rigurosa la expulsión del canterano celeste. " La jugada es de tarjeta amarilla. También digo que la primera tarjeta, todos nos equivocamos, no es tarjeta ni de lejos. Él, aún así, debería pensar que llevaba una pero es un jugador que una de sus virtudes es la intensidad. De todo aprendemos", comentó el técnico.