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Cuando faltan más cosas que fútbol

Escribá no encuentra la fórmula con la que arrancar un proyecto con talento pero falto de intensidad ante rivales como el Alavés

Okay Yokuslu controla el balón con Wakaso presionando al mediocentro del Celta, ayer en Mendizorroza. // LOF

"El fútbol tiene más cosas" que jugar bien la pelota, recordaba ayer Fran Escribá tras la derrota sufrida por el Celta ante un Alavés que suplió la inferioridad técnica con una mayor intensidad en el juego para imponerse a un rival pusilánime que continúa sin encontrar la fórmula con la que explotar su potencial y que se mantiene en los últimos lugares de la clasificación. La actuación de los célticos en Mendizorroza incrementa todavía más las dudas sobre un proyecto deportivo que se construyó para evitar los problemas de la temporada pasada. Como sucediera tras la visita a Eibar, el Celta tendrá que afrontar una nueva reválida en Balaídos, en esta ocasión ante una brillante Real Sociedad que se ha situado cuarta en la tabla, con 16 puntos, siete más que los de Escribá, sobre quien se centran las críticas por su inmovilismo táctico. Cuando Aspas, Mina, Denis, Rafinha, Lobotka y Okay actúan por debajo de sus posibilidades el problema deja de ser individual para extenderse a lo colectivo, donde la máxima responsabilidad es del entrenador.

errores repetidos

Estaban advertidos los célticos en su visita a Mendizorroza para evitar la repetición de su nefasta puesta en escena en Ipurua, otro campo que exige más compromiso que talento. La actuación de ayer de los celestes fue mucho mejor que la de Ipurua, pero se saldó con el mismo resultado: derrota que aumenta las preocupaciones en el ambiente. El Alavés, pese a su titubeante inicio, parece haber dado con la tecla para desarrollar el juego que mejor se adapta a las características de una plantilla con más peones que capataces. En eso, precisamente, parece fallar el Celta de Escribá, que maneja piezas valiosas sin un patrón de juego adecuado.

transformación táctica

Asier Garitano asumió la dirección técnica del Alavés con una idea que ha ido modificando. Del 4-1-4-1 pasó al 5-4-1 y al 4-3-3 para instalarse desde hace tres jornadas en el 4-4-2. Con ese dibujo suma 6 de los 9 últimos puntos. Joselu Mato y Lucas Pérez son ahora la pareja de ataque. Suman tres goles cada uno. El coruñés marcó ayer el segundo del partido. Escribá, por su parte, insiste con el 4-4-2. El mismo planteamiento táctico que el Alavés, pero sin el juego directo y la presión asfixiante a la defensa rival que ejercen los blanquiazules. En Mendizorroza, sin embargo, el Celta estuvo incisivo y generó más ocasiones de gol de las habituales. Cuatro pusieron en apuros a Pacheco: dos de Aspas, una de Denis y otra de Mina. Y en los minutos finales, Escribá apostó por un 3-5-2 para buscar el empate, pero el acierto de Lucas Pérez tras una descoordinación defensiva acabó con las ilusiones celestes.

arranque revelador

Los primeros minutos del partido revelaron el tipo de partido que buscaba cada equipo y el Alavés ganó el pulso. Puso más énfasis y contundencia en el juego desde el arranque. Los de Garitano se hicieron con el control a base de romper el ritmo del rival, al que neutralizaba con una falta cualquier acción de peligro. Había que marcar territorio y los blanquiazules salieron airosos: cometieron cinco faltas en el primer cuarto de hora, con Wakaso y Magallán como protagonistas sobre las piernas de Aspas, Denis y Rafinha. La primera infracción del Celta llegó en el minuto 26: un agarrón de Juncà tras una de las numerosas pérdidas de balón en el centro del campo.

Apagón tras el gol

La actuación del VAR, para anular el gol en fuera de juego de Mina y el penalti inexistente señalado a Rafinha, acabó por desconectar del juego a un Celta que tras aguantar el arreón inicial del Alavés tuvo todo a su favor para adelantarse en el marcador. El tanto de Magallán en el inicio del segundo tiempo provocó la ya habitual desconexión del Celta, que intentó la remontada a base de acciones aisladas, como la falta directa de Aspas que Manu García desvió a córner. El moañés tampoco estuvo acertado en la ocasión que le brindó Mina, pues Magallán (su sombra ayer) adivinó el disparo y neutralizó el peligro.

dos novedades en el once

Escribá apostó en Vitoria por el once habitual, con las novedades de Jorge Sáenz por Néstor Araújo, al que dio descanso tras sus dos partidos completos con México, y de David Juncà por un Lucas Olaza que se recuperaba a contrarreloj de un problema muscular para viajar a Mendizorroza. El 'virus FIFA' , pues, no dejó secuelas importantes en el Celta. Sí obligó a cambiar los planes la lesión muscular de Hugo Mallo antes del descanso. David Costas fue el elegido para ocupar la banda derecha. El Celta, entonces, perdió presencia en ataque por esa banda.

lesión de mallo

La plaga de lesiones sobre los laterales pudo incrementarse cuando Juncà se quedó en el suelo doliéndose del hombro que le impidió iniciar la temporada. El catalán pudo recuperarse, pero no acabó el partido. Con Kevin Vázquez de baja también por lesión muscular para las próximas semanas, el percance de Mallo deja a Escribá sin lateral derecho específico. El capitán sufrió un problema en los isquiotibiales. Su equipo no acaba de encontrar la dinámica que le relance en LaLiga. Necesita algo más que fútbol.

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