El entrenador, Fran Escribá, y la plantilla del Celta escenificaron anoche su buena sintonía con una cena de confraternidad en un céntrico restaurante de la ciudad. Con un ambiente muy distendido tras el balsámico triunfo logrado el domingo contra el Athletic Club en Balaídos, los jugadores y el técnico volvieron a cerrar filas con la mirada puesta ya en el próximo encuentro liguero en Mendizorroza, donde el equipo celeste se ha propuesto acabar tras el parón de selecciones con la racha negativa que le persigue lejos de Balaídos desde el pasado mes de diciembre.

El mago Rey Midas amenizó la velada, celebrada en el restaurante Valdevez, al igual que la comida de conjura que los jugadores organizaron antes del partido contra el Athletic Club. En este caso, asistieron también Escribá y su grupo de trabajo. Acudieron todos los futbolistas del primer equipo salvo los cuatro internacionales que se encuentran concentrados con sus respectivas selecciones (Fran Beltrán, Lobotka, Okay y Néstor Araújo) y que regresarán a la disciplina del equipo la próxima semana.