El Arxil comenzó ayer la competición liguera con una previsible, pero no por ello menos dolorosa, derrota ante el Celta Zorka, uno de los equipos más fuertes de la categoría. El conjunto local realizó un buen primer cuarto, pero en el segundo las viguesas afinaron su puntería y se anotaron una ventaja de 12 puntos que fue una losa casi imposible de superar para las chicas de Mayte Méndez, entre las que destacó la ausencia de la americana Heather Foster al no haber llegado su tránsfer internacional por un error en la validación de las fichas en la Federación Gallega.

Las pontevedresas llegaron al descanso 14 puntos abajo en el marcador (13-27) y en la reanudación salieron con fuerzas renovadas, plantando cara al Celta Zorka. A pesar de recortar un punto en el tercer cuarto (17-16), en el último las viguesas volvieron a ampliar distancias (10-17) para ganar por un claro 50-70.

La lectura céltica apunta sobre todo a la consistencia mostrada en defensa en un inicio de la competición en que todavía no está engrasada la maquinaria de Cristina Cantero. La fluidez del parcial inicial 2-11 prontó quedó atrás. El Arxil presionó bien las líneas de pase y supo cómo mitigar la superioridad céltica en la zona, al menos en el ataque estático, porque las celeste sí sacaron tajada a su superioridad física en el rebote ofensivo.

Hubo imprecisiones y Richardson, llamada a liderar la anotación del equipo siempre dentro del esquema coral que le gusta a Cantero, todavía no se siente cómoda. Defectos naturales en el inicio de curso y que el cuerpo técnico irá puliendo.

Pero el partido también dejó buenas noticias, más allá de un marcador holgado en tales circunstancias. Lacorzana y Montero han podido reaparecer tras muchos meses de rehabilitación por la rotura del ligamento cruzado. Tulonen exhibió un interesante tiro de media distancia. Y Noa Comesaña, la nueva perla de la cantera, realizó aportaciones interesantes cuando el partido todavía se estaba cociendo. Aunque le falta estatura para dominar en la zona, Comesaña tiene agresividad e intuición para ofrecerse a sus compañeras.