Iago Aspas volvió a ser esa bocanada de aire que necesita el Celta cuando parece ahogado. El delantero moañés certificó un importantísimo triunfo frente al Athletic (1-0) con un cabezazo en el segundo tiempo. Una vez más el encuentro se le había atragantado a los vigueses. El equipo de Escribá, mejor plantado sobre el campo que en los duelos anteriores ante el Espanyol y el Eibar, consiguió abrir la lata en una jugada de estrategia después de toparse con muchos problemas para generar ocasiones claras de peligro. Los locales fueron los dueños de la posesión y del ritmo del choque en Balaídos, pero de poco les sirvió ante el entramado defensivo de los bilbaínos, muy sólidos por el centro y al que el Celta solo les encontró alguna grieta por los costados. El gol de Aspas, el primero del astro celeste esta temporada, es un tanto con un valor enorme para un conjunto celeste al que le empezaba a pesar cada vez más la losa de los malos resultados. Un remate con el que el Celta suma tres puntos y aleja la ansiedad para encarar las próximas semanas con cierta tranquilidad.

Escribá solo tocó una pieza en su once respecto al equipo que cayó la pasada semana en Ipurua. Rafinha regresó al perfil derecho del ataque del Celta en lugar de Brais Méndez. Mimbres con los que el Celta esperaba superar la presión en campo contrario que iba a plantearle el Athletic. El conjunto rojiblanco salió desde el principio a apretar a los centrales del Celta, aunque Aidoo y Araújo tuvieron este mediodía en Lobotka al socio perfecto para salir de la cueva. Sin embargo, pese a que los celestes conseguían una y otra vez hacer fluir su juego más allá de la línea del centro del campo, el atasco fue una constante en los últimos metros. Los leones cerraron muy bien todos los pasillos inteiores que conectaban con Iago Aspas y Santi Mina por el centro. Los únicos recursos que consiguieron explotar los celestes fueron las aproximaciones laterales, sobre todo por la banda izquierda de Denis y Olaza.

Así llegó la primera oportunidad del partido. Todavía no se habían sentado todos los espectadores en Balaídos cuando Aspas cabeceó a escasos centímetros del palo un centro de Denis Suárez. No sería la única ocasión para el moañés, muy activo durante todo el encuentro. Poco después del cuarto de hora fue Rafinha quien le encontró en el punto de penalti. Íñigo Martínez taponó el remate con la zurda del 'diez'. Transcurrían los minutos y ni rastro del gol. Los vigueses buscaban como deshacer la madeja del Athletic, pero no había manera. Los vascos frenaban todas las acometidas del Celta con despejes y faltas constantes -sobre todo a Rafinha- e intentaban salir de manera ordenada al ataque. Los leones, para hacer daño, necesitaban unos espacios que no encontraron para aprovechar la velocidad de Iñaki Williams, al que Aidoo y Araújo ataron en corto. Sin poder explotar las carreras de su delantero, los bilbaínos fueron un rival predecible que se encomendó a una acción aislada o al balón parado.

Antes de irse a los vestuarios, un 'tuya-mía' entre Rafinha y Denis terminó con un remate desviado de Mina. Los ex del Barcelona hicieron una gran jugada sobre una baldosa que el delantero vigués no supo aprovechar. Mina, solo en la frontal con todo de cara para marcar con su pierna derecha, quiso ajustar tanto su disparo a la escuadra que lo envió fuera. Tras el descanso el panorama no cambió. El Celta, espeso en los últimos metros, chocaba una y otra vez contra el orden de los de Garitano. Tuvo que ser la pizarra la que desequilibrase la balanza. En el minuto 73, un córner botado por Denis al primer palo encontró la cabeza de Mina. Éste prolongó hacia Iago Aspas, liberado de la marca de Williams, que solo tuvo que poner la frente para empujar la pelota al fondo de la portería. Los celestes necesitaban tanto este gol que lo celebraron con la misma rabia contenida dos veces, la primera cuando el balón entró y la segunda cuando el árbitro certificó su validez después de la revisión del VAR. Aspas, que llevaba 700 minutos sin marcar esta temporada, volvió a acudir a su cita con el gol.

El gol del moañés agitó el encuentro en los últimos minutos. El Athletic, obligado a cambiar su hoja de ruta, dejó muchos más espacios a la espalda de sus centrocampistas para que los aprovechasen los atacantes celestes, que se asomaron al área de Unai Simón en un par de ocasiones antes del pitido final. En el otro lado Rubén, seguro por alto, evitó cualquier intento de empate de los visitantes. Victoria muy celebrada en Balaídos con la que el Celta suma un nueve puntos y asciende unos cuantos peldaños en la clasificación, lo que le permitirá trabajar con más confianza durante el parón de selecciones. Los vigueses visitarán dentro de dos semanas al Alavés.

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Ficha técnica:

Celta: Rubén; Hugo Mallo, Araujo, Aidoo, Olaza; Lobotka (Pape Cheikh, min. 82), Okay, Rafinha (Brais Méndez, min. 71), Denis Suárez (Beltrán, min. 87; Iago Aspas, Santi Mina.

Athletic Club: Unai Simón; Capa, Yeray, Íñigo Martínez, Balenziaga; Dani García, Vesga (larrazabal, min. 81); De Marcos (Sancet, min. 65), Raul García, Muniain (Aduritz, min. 81); Williams.

Gol: 1-0 Aspas, min. 74.

Árbitro: Medié Jiménez (comité catalán). Amonestó a los jugadores del Athletic Balenziaga, Raúl García, Yeray, Íñigo Martínez y Capa. También vio tarjeta amarilla el entrenador del Athletic, Gaizka Garitano.

Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 19.690 espectadores.