Fran Escribá se mostró muy crítico ayer con el VAR, después de que su equipo se quedase en inferioridad numérica por dos expulsiones antes de cumplirse la primera media hora de juego. Considera el entrenador del Celta que el videarbitraje que incluye la revisión de faltas supone un peligro para el fútbol como deporte rey, pues como ocurrió ayer provoca grandes desventajas en el juego y se resiente el espectáculo que LaLiga intenta promocionar como la mejor del mundo.

"Yo no pagaría por ver un partido de once contra nueve. Hoy un aficionado neutral se hubiera marchado de Balaídos en el descanso", declaró Escribá en la rueda de prensa posterior al partido en el que su equipo salió derrotado por segunda vez en lo que va de temporada. En el primer tropiezo, el Real Madrid también sufrió una expulsión similar a la de Jorge Sáenz, por tocar el tendón de Aquiles de Denis Suárez. Ayer, la polémica decisión arbitral cayó del lado del Granada, que en un cuarto de hora cobró nueva ventaja numérica por la expulsión de Beltrán, también revistada por el VAR.

"El VAR requiere un análisis más profundo que una simple frase en una sala de prensa que se puede sacar de contexto. Necesita un análisis por parte de la gente que ha puesto la norma esta porque todos, nos haya perjudicado o beneficiado, no estamos de acuerdo con su aplicación", declaró el técnico valenciano desde la sala de prensa de Balaídos.

Escribá exculpó al colegiado navarro Prieto Iglesias de lo ocurrido ayer en el partido entre el Celta y el Granada: "Él no tiene culpa, aplicó la norma. Jorge va a apretar a Soldado sin ninguna mala intención. En su día nos dijeron bien claro que la voluntad no se iba a valorar. El problema es la norma. Creo que dentro de tres jornadas, un mes o antes de Navidad, se cambiará porque además lo hemos dicho muchas veces, lo han dicho los expertos, el tendón no se rompe con un contacto".

El preparador del Celta, enojado, insistió en la necesidad de cambiar esta norma porque "nos cargamos el fútbol, lo digo en serio, no es por haber perdido el partido. Lo triste es que esto no es fútbol, yo no pagaría para ir a ver un partido de 11 contra 9. Esto aleja a la gente del fútbol, esto no nos acerca al fútbol que todos queremos", insistió el preparador céltico ante lo ocurrido ayer en Balaídos, cuya afición respondió mofándose de las decisiones arbitrales reclamando más tarjetas rojas y volcándose con su equipo para que mantuviese la cabeza alta y plantase cara ante un rival que acabaría aprovechando la superioridad numérica tan importante que le había regalado el videoarbitraje.

A pesar de la derrota, Escribá aplaude a sus jugadores. "Yo estoy muy orgulloso del equipo, muy orgulloso. Creo que dejaron la camiseta donde tenía que ser. Les dije que se olvidaran del tema del árbitro. Sobre todo les dije que llevamos una camiseta de la que estamos muy orgullosos y que había que defenderla lo mejor posible y que si había alguna opción, en ese momento era 0-1, teníamos que intentar aprovecharla. Luego no la tuvimos pero creo que el equipo siguió de pie hasta el final, y esa es la parte con la que yo me quedo satisfecho".