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Beltrán y Jorge Sáenz, frenados por las expulsiones en pleno despegue

Los dos jóvenes, con Okay ya de alta y Araújo descansado, podrían haber perdido el sitio cuando cumplan sus sanciones

Crónica del Atlético-Celta del 1 de septiembre de 1996 en que fue expulsado Chemo del Solar.

"Las lesiones nunca llegan en buen momento", reza el mantra futbolítico. Igual podría decirse de las expulsiones. Pero eso no niega los matices dentro del efecto negativo. Hay jugadores que pueden permitirse la sanción. Saben que el puesto les estará aguardando cuando cumplan su castigo. Otros, en cambio, pueden ver cómo un simple partido de suspensión puede convertirse en una larga condena. Es el riesgo al que se enfrentan Jorge Sáenz y Fran Beltrán.

El tiempo futbolístico es laxo. Una temporada puede durar un siglo o un segundo. Los cedidos están condenados a vivir de manera acelerada. Han de ganarse la estima del club propietario que los contempla en la distancia, y que en el presente no les encontró hueco, o el ánimo del club que los alquila para adquirirlos en propiedad. Un cedido puede entender además, según el caso, que en parte llega como operación de bajo riesgo económico para cubrir una carencia que el director deportivo no ha sabido o podido lograr mediante otra operación. En igualdad de condiciones, el jugador en propiedad tiene ventaja. De manera explícita o implícita, el club preferirá que el entrenador invierta más en aquella pieza cuyo valor beneficia a sus cuentas.

Así que la necesidad de aprovechar cada ocasión es mucho más intensa en el caso de los cedidos. A Jorge Sáenz el cansancio que Araújo había acumulado con su selección le abrió una rendija cerrada en las tres primeras jornadas. De hecho, era el único de los cuatro centrales que no había disputado minutos. Ni siquiera puede saber si está por delante del lesionado David Costas en los planes de Escribá. La única certeza es que Araújo y Aidoo son ahora mismo los titulares.

El destino le ha gastado una broma cruel al tinerfeño. El estadístico que regenta la cuenta Afouteza y corazón (@AfoutezaRCCelta) condensa en datos su desgracia. Saénz es el debutante céltico que menos minutos ha durado sobre el campo antes de ser expulsado. Sus 11 minutos baten el aciago registro de Chemo del Solar. El peruano fue expulsado a los 21 minutos de que comenzase el primer encuentro de la temporada. Andradas Asurmiendi decretó penalti y roja por una mano dentro del área que los célticos reclamaron como involuntaria.

También involuntario fue el pisotón de Saénz a Soldado. Al canario le cabe el consuelo de que Escribá no puede afearle nada en esa acción. Sáenz será suspendido durante un partido. A su vuelta, tendrá que volver a esperar su ocasión. En Tenerife hablan de su templanza. Ya lo demostró cuando tuvo que gestionar la confusión sobre si quería venir o no a Vigo. Necesitará la misma paciencia y fortaleza.

Beltrán sabe mucho de esas esperas. Hijo predilecto en Vallecas, a su brillante irrupción en el Celta le siguió una participación cada vez menor, especialmente tras la llegada de Escribá, que casi nunca contó con él en los partidos que determinaron la salvación. Beltrán llegó a admitir en verano que se planteaba salir cedido. "Cuando un jugador no juega y le gusta disfrutar del fútbol hay veces, como dije en su día, que con 20 años puede ser mejor marcharse un año y volver más maduro", explicaba después en una entrevista con Faro. "Yo ya estaba convencido de querer quedarme aquí, pero si tenía que salir no me importaba porque sabía que el año que viene iba a volver mejor. Al final salieron las cosas como salieron, sigo aquí, nunca me he querido ir, estoy luchando por un puesto cada día y ahora que tengo la titularidad, entre comillas, quiero seguir luchando para mantenerme en el once titular".

Beltrán realizó esas declaraciones después de su titularidad en los tres primeros encuentros. Un titularidad bajo sospecha porque ha sido facilitada por la baja de Okay, lesionado con su selección al final de la pasada temporada. El turco no ha podido participar en toda la preparación veraniega. Escribá solicitó un fichaje del mismo corte y le trajeron a Pape, al que todavía no parece haber decidido cómo emplear exactamente y que en todo caso también llegó con retraso. El técnico llegó a probar a Jorge Sáenz como pivote en un amistoso en Alemania. Las circunstancias se conjugaron para que Beltrán jugase. Pero Pape va disponiendo de minutos y sobre todo Okay ya ha recibido el alta médica. Aunque por condiciones antropométricas es un hombre al que le cuesta coger ritmo, Beltrán se encontrará a un Okay más a tono cuando el madrileño regrese de su sanción.

No cabe esperar en Beltrán ningún tipo de derrotismo. Lo explicaba también en Faro sobre qué sintió cuando Escribá alineó a Jorge Sáenz en la media en el partido de Berlín: "No voy a mentir, soy muy transparente, se te pasan por la cabeza mil cosas, pero al final yo en mi vida cuando no he conseguido algo siempre he luchado por ello, cueste lo que cueste. Y cada día venía a entrenar con más ilusión, con más ganas de trabajar. Siempre ha sido así, cuando no juego vengo a entrenar como si me fuese la vida en ello para que me vuelvan a poner. Aparte de que tus compañeros lo van a agradecer porque también van a mejorar y vamos a mejorar todos. El equipo es lo que cuenta en estos casos".

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