Pape Cheikh regresa al Celta para convertirse en un nuevo integrante de la "operación retorno" que el club puso en marcha este verano y que también ha traído de vuelta a Denis Suárez, a Santi Mina y tal vez a Nolito si es que en los próximos días el Sevilla afloja un poco en sus pretensiones o el Celta sube en las suyas.

Tal y como este periódico adelantó la pasada semana el jugador formado en A Madroa era la preferencia del equipo vigués para reforzar su medio del campo. El club había manejado otras posibilidades como la de Pedro Obiang o Víctor Camarasa -que se cayeron al cerrar sus incorporaciones al Sassuolo y al Crystal Palace- e incluso en los últimos días la de Lemina, jugador del Southampton, pero el objetivo principal era Pape Cheikh. Así lo entendía la dirección deportiva del club y la propia entidad que quería dar un paso más en la política de "retorno" que han puesto en marcha este verano y que va a llenar de canteranos el vestuario del cuadro vigués.

En los últimos días las conversaciones con el Olympique de Lyon se aceleraron y ayer quedaron rematadas: el acuerdo se ha hecho oficial esta tarde. Pape llega al Celta en calidad de cedido con una opción de compra que el club vigués puede hacer efectivo el próximo verano. Nueve millones le costará la propiedad del centrocampista, pero esta opción no es obligatoria como sucede en muchas de las cesiones que se están haciendo en la actualidad en el fútbol español. El club tomará dentro de un año esa decisión.

Como se había apuntado también hace una semana, la llegada de un nuevo centrocampista al Celta estaba en gran medida condicionadas por la salida de alguno de los jugadores que se encontraban actualmente estaban en la plantilla viguesa. Y ese hombre será Jozabed Sánchez que está muy cerca de cerrar su salida. El futbolista andaluz tiene diferentes posibilidades en el mercado, pero en las últimas horas parece que ha tomado ventaja el Girona que esta temporada dirigirá Juan Carlos Unzué. El grado de conocimiento que el técnico navarro tiene de Jozabed es un factor importante a la hora de tomar una decisión y lo normal es que en los próximos días también se cierre este traspaso.

Con este cambio de cromos, el Celta da por cerrado su medio del campo de cara a esta temporada. Con Okay, Lobotka, Beltrán y Pape (más la ayuda que en momentos concretos puedan aportar otros futbolistas) el club entiende que esa línea está bien cubierta. De hecho, la salida de Jozabed es una de las razones por las que el club no contempla la cesión de Fran Beltrán a ninguno de los numerosos clubes que han solicitado el préstamo del joven futbolista.

El pasado sábado, tras la disputa del Memorial Quinocho ante el Lazio, Fran Escribá había reclamado el fichaje de un futbolista para el medio del campo y la de un hombre de banda. Para la zona ancha del campo se ha buscado un futbolista que no fuese solo un especialista defensivo como se reclamaba. Y en el club entienden que Pape Cheikh puede cumplir perfectamente con esa tarea de complemento del resto de compañeros de esa posición.

La noticia supone una alegría enorme para el joven futbolista que desde hace tiempo soñaba con el regreso a Vigo y unirse al grupo de amigos más íntimo que tiene en el Celta. Gente como Rubén Blanco, Santi Mina o Brais Méndez son muy importantes para él y el hecho de que todos se reúnan en un mismo vestuario suponía un aliciente gigantesco para él. De hecho, este fin de semana el centrocampista, tras estar en el banquillo en el estreno liguero del Olympique de Lyon, acudió a Balaídos para presenciar el Memorial Quinocho junto a Hugo Mallo, ausente por lesión. A la conclusión del partido no dudó en hacerse varias fotos en el propio césped junto a sus amigos. Todo eran guiños para el Celta, gestos con los que trataba también de inclinar una balanza que ya por entonces parecía decantada. Poco ha tenido que esperar.

Hoy mismo el club anunciará su llegada al Celta, club que dejó hace dos veranos para convertirse en uno de los fichajes más caros de la entidad viguesa. Diez millones fijos pagó el cuadro francés por sus servicios (más otros tres en variables). Aunque lo cierto es que Pape Cheikh no ha tenido demasiadas oportunidades de jugar en el equipo galo. En dos temporadas ha jugado un total de 25 partidos con el Lyon (13 de Liga, 5 de Liga de Campeones, 4 de Copa del Rey y 3 de Copa de la Liga), pero nunca ha disfrutado de la continuidad necesaria para sacar su mejor versión. Cansado de ese ostracismo, Pape deseaba una salida y cuando se le planteó la opción del Celta tuvo claro cuál quería que fuese su destino. Esta misma semana volverá a corretear por A Madroa y el sábado incluso podría estar en la convocatoria para enfrentarse al Real Madrid en Balaídos.