Fran Escribá no recibirá esta semana buenas noticias desde la enfermería. Las esperanzas de hace días de recuperar a alguno de los lesionados con los que cuenta el equipo se han ido disipando con el paso de los días y el técnico tendrá que tomar bastantes decisiones tanto para confeccionar el equipo inicial como para la convocatoria.

Todas las miradas en el Celta estaban puestas en Hugo Mallo porque Mina, Juncá y Okay estaban completamente descartados desde hace días debido a las lesiones que sufren y al periodo de inactividad tan largo que llevan acumulado, sobre todo en el caso de Okay que se lesionó a finales del mes de mayo durante un amistoso con la selección turca. Aunque lleva tiempo trabajando de forma progresiva con el resto de compañeros, el Celta va con mucho tiento en su caso y la idea es no correr ninguna clase de riesgo. Luego estaban los dos casos de las roturas de fibras: Sergio Alvarez y Hugo Mallo. Lesiones parecidas producidas con unos días de diferencia a favor del lateral de Marín. Por eso existía la idea de que con un poco de suerte estuviesen en condiciones de ser alineado contra el Real Madrid este sábado. Pero ayer el Celta realizó la sesión doble de entrenamiento que se había programado para el martes y Hugo Mallo siguió haciendo trabajo individualizado y ya parece imposible que está en el partido. Incluso el propio Escribá había manifestado el pasado sábado que con tanto tiempo no era momento para tomar decisiones arriesgadas y que volviendo de periodos de inactividad largos no pensaba arriesgar.

De esta forma al técnico se le queda complicada la elección del once inicial, pero sobre todo a la hora de conformar la convocatoria de jugadores para este partido porque no va a tener más remedio que contar con alguno de los jugadores del filial que han estado trabajando en pretemporada con ellos. Sergio Carreira, el lateral derecho que tan buena imagen viene dando desde hace tiempo, será uno de ellos con seguridad, otro podría ser Iker Losada porque Lautaro, el delantero que más se ha visto en la pretemporada y que ha llamado la atención por su desparpajo, no puede ser convocado al no tener aún la doble nacionalidad. Su origen es uruguayo aunque ha pasado la mayor parte de su vida en Portonovo, localidad en la que se crió.

Estas serán algunas de las decisiones que Escribá, quien no se podrá sentar en el banquillo el sábado al estar sancionado debido a la expulsión sufrida en el último encuentro de Liga ante el Rayo Vallecano, deberá ir tomando en los próximos días. Le quedan hasta el sábado tres entrenamientos. El primero de ellos hoy a las 10:30 horas en A Madroa a puerta cerrada.