La única sesión que el Celta celebrará esta semana abierta al público despertó ayer tarde una gran expectación. Numerosos aficionados se acercaron a las instalación para presenciar el entrenamiento y jalear a los futbolistas de Fran Escribá. La ilusión que ha generado el nuevo proyecto de sesgo canterano es patente, como demuestra imagen de la grada de la ciudad deportiva, completamente abarrotada de seguidores celestes de todas las edades.