El alcalde, Abel Caballero, ha anunciado que el inicio de la reforma de la grada de Marcador, que había señalado para otoño, se va a retrasar hasta el próximo mes de enero. El primer edil vigués ha justificado este nuevo retraso en las obras debido a la demora que se ha producido en el proyecto constructivo que, según afirmó ayer en rueda de prensa, "llegará de forma inmediata". "Como ya tenemos el dinero, a partir de ahí se hará la licitación", explicó.

En su habitual intervención de los viernes, el alcalde también se refirió a las deficiencias detectadas en los asientos de la grada de Río que han desatado un nuevo cruce de acusaciones entre el consistorio y el Celta. Caballero anunció que las 338 butacas en las que los técnicos municipales han detectado deficiencias por falta de espacio entre las filas se van a volver a instalar y será la empresa encargada de la obra, a la que culpó del problema, la que asuma los trabajos y el coste de su instalación. El alcalde defendió, por otra parte, la "importantísima mejora" realizada en Río Bajo y defendió que los nuevos asientos, que van a suponer "más comodidad para el aficionado".

Las palabras de Abel Caballero no han tardado en recibir respuesta del Celta, que por la tarde cargó contra el Concello con otro beligerante comunicado para "dejar meridianamente clara" su posición sobre la reforma del estadio.

Relata el Celta que ha manifestado en reiteradas ocasiones su disconformidad con la reforma, primero de forma privada y posteriormente públicamente "a la vista de que no se buscaba ninguna solución". El Celta señala como principales deficiencias la inexistencia de ascensores, la falta de un tejado que proteja del sol y la lluvia, la mala calidad de los baños la falta de espacios entre los asientos, así como las inundaciones de los vestuarios o el incumplimiento de los plazos.

La entidad celeste fija en muchas más las butacas y adviere de que ayer hizo una medición en 1.771 butacas de esa grada y que la distancia media entre las filas era de 18,69 centímetros, cifra "notoriamente insuficiente para garantizar la comodidad exigible". Igualmente, compara el escaso espacio de separación entre las butacas de Río Bajo con las de Río Alto, que cuentan con una separación media de 24,11 centímetros, o las de Tribuna Baja y Tribuna, cuyo promedio de espacio entre filas es de 28,53 y 32,31 centímetros, respectivamente.