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Okay, la piedra clave de la bóveda celeste

El Celta espera que no haya retrasos en la recuperación del jugador turco

La plantilla del Celta en A Madroa // Marta G. Brea

Está siendo una pretemporada agridulce en lesiones para el Celta. Escasas pero sensibles; no demasiado graves, pero sí lo suficiente para que existan dudas respecto al debut liguero ante el Real Madrid. Rubén Blanco (esguince del ligamento lateral interno de la rodilla derecha), Hugo Mallo (edema en el recto anterior del muslo derecho) y Okay Yokuslu (rotura parcial del ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha) prosiguen con sus procesos de recuperación. Los tres figuran como titulares en el diseño inicial de Escribá. Pero es quizá Okay la pieza clave en su estructura, la dovela central que ha de dotar de estabilidad a un equipo de talento.

Okay protagonizó la pasada temporada un fichaje discreto, por seis millones de euros y procedente de un club turco de clase media, el Trabzonspor. "Va a ser muy bueno", se oyó sin embargo en los despachos de la dirección deportiva. Mircea Lucescu, entonces seleccionador turco, revelaba: "Es un gran medio. Se lo recomendé al Inter, pero ya era tarde".

Faltaba por conocer cómo se aclimataría el joven a una liga española de ritmo elevado. Una lesión de tobillo en un amistoso ante el Braga interrumpió su puesta a punto. La efervescencia de Beltrán le quitó el sitio. No fue titular hasta la quinta jornada, contra el Valladolid, ni se apoderó realmente del puesto hasta la undécima, contra el Betis. A partir de ese momento sí se afianzó. Ya solo se perdería dos partidos por lesión en un dedo y dos por acumulación de tarjetas, para un balance final de 2.203 minutos en 30 partidos y dos goles.

La temporada del turco no puede considerarse redonda. A nivel individual, es de tranco largo pero lento. Le costó tomarle el pulso al juego español. El marasmo colectivo nubla además el análisis. Pero su inteligencia táctica y su poderío físico, a ras y por el aire, sirvieron de parapeto al equipo en los peores momentos.

La fe del club en él no ha vacilado. El análisis de la dirección deportiva incide en que Okay tuvo que acaparar más terreno que el suyo. La idea era rodearlo de compañeros más intensos en la presión. Los fichajes, de momento, han ido por otros derroteros. El Celta no podía dejar escapar oportunidades como la de Denis y sigue apuntando a jugadores de perfil más talentoso que físico, como Nolito, o a centrocampistas de corte ofensivo, como Camarasa. Escribá tiene alternativas en la plantilla: Lobotka jugó como pivote de referencia con Unzué. Beltrán puede formar pareja con el eslovaco, aunque es algo que al técnico valenciano no le convenció en la pasada temporada. Ninguno, en general, cubre la amplia panoplia defensiva de Okay, que sigue en el proceso de incorporación progresiva al trabajo en grupo. El Celta cruza los dedos.

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