Maxi Gómez y Santi Mina intercambian sus destinos. El punta uruguayo jugará el próximo curso en el Valencia y el delantero vigués regresa a Balaídos para conformar junto a Iago Aspas y Denis Suárez un tridente ofensivo que augura grandes sensaciones. A cambio de Maxi el club che entrega a Mina, paga 14,5 millones y cede por dos temporadas al prometedor central tinerfeño Jorge Sáenz, un negocio redondo para el cuadro celeste, que compró hace dos años a Defensor Sporting al joven artillero de Pasayandú por 4,3 millones y lo vende a precio de oro después de disfrutarlo durante dos temporadas verdaderamente prolíficas: 31 goles y 10 asistencias en 71 partidos que han multiplicado por diez su precio de mercado.
Los números de Mina en las dos últimas temporadas no son tan espectaculares como los de Maxi, pero después de pulverizar casi todos los registros de precocidad en el Celta, el atacante vigués se las ha apañado para convertirse también en un hombre importante en el Valencia. Así lo demuestran los 117 partidos de Liga (a los que hay que sumar 20 de Copa, 8 de Liga de Campeones y 8 de UEFA Europa League) que Mina ha jugado con la casaca del Valencia, al que ha reportado en cuatro temporadas 54 goles entre las cuatro competiciones: 49 en el torneo doméstico (38 en LaLiga y 11 en la Copa) y 5 en Europa (3 en la Champions y 2 en la UEL).
Maxi Gómez y Santi Mina son casi de la misma edad (el vigués es apenas diez meses mayor) y han entrado con una voracidad impropia de su juventud en una de las mejores competiciones futbolísticas del planeta. Ambos han sido bendecidos con el don del gol: el uruguayo es un animal de área, un nueve puro, audaz en el asalto a la pelota, implacable de cabeza, letal con ambas piernas; el olívico es un atacante versátil, con aptitud para ocupar todo el frente ofensivo, tan despojado de ornamentos como eficaz , rápido e inteligente en el juego al espacio. Los dos tienen la portería en la cabeza y atacan el balón con una fe inquebrantable.
Lejos de intimidarles, la competencia les sienta extremadamente bien. Con 23 años, Mina acumula 167 partidos de Liga (solo 11 menos que Iago Aspas) y ha saboreado ya las mieles de las grandes competiciones europeas; Maxi suma 71 en tan solo dos temporadas y es desde hace algún tiempo fijo en la poderosa selección de Uruguay, con la que ya ha participado en un Mundial. El vigués espera dar pronto ese paso con el Celta. Maxi marca un gol cada 194 minutos, Mina lo hace cada 232.
El vigués lo ha tenido algo más difícil. Después de echar abajo la puerta de la suplencia aprovechando una lesión del sueco John Guidetti, Maxi no ha tenido un competidor realmente serio en el Celta y la complicidad que ha encontrado con Iago Aspas ha multiplicado sus prestaciones. Santi Mina ha tenido que lidiar con competidores más exigentes, pero se las ha ingeniado para ser protagonista incluso cuando le ha tocado entrar de revulsivo. Los números lo demuestran: 2.706 minutos sobre el césped la pasada campaña.
