Por si quedaban pocas dudas sobre lo complicado y largo que se presume la negociación entre el Celta y el Valencia, Carlos Mouriño lo ha dejado claro esta mañana durante un acto que la Fundación Celta ha celebrado en Mos.

El presidente del Celta ha dado por hecho el interés de un equipo en hacerse con Santi Mina y del otro en comprar a Maxi Gómez, pero Mouriño entiende que las posturas aún están muy lejanas y manda un mensaje claro al Valencia. A ojos del dirigente "el Valencia tiene que acercarse mucho más a la cláusula de rescisión de Maxi para poder llevárselo". El precio del delantero son 50 millones de euros y hasta el momento el Celta ya ha dicho no a ofertas de 32,5 que ha recibido en los últimos días. Al mismo tiempo Mouriño dijo sobre Santi Mina que el Valencia debe rebajar mucho sus pretensiones.

Una vez más se pone de manifiesto que aunque sean operaciones separadas es inevitable vincularlas y que ambos clubes deben ponerse de acuerdo en el valor que dan a cada uno de los futbolistas y compensar luego la diferencia con dinero. Y ahí es donde estará la batalla en las próximas semanas. Se prevé negociación bastante larga. Mientras los jugadores esperan. Han decidido cuáles son sus preferencias y ahora solo necesitan que se pongan de acuerdo sus equipos.