El regreso de Santi Mina a Vigo está cada vez más cerca. Celta y Valencia avanzan en las negociaciones para cerrar una operación en la que se incluye al delantero céltico Maxi Gómez y una cantidad económica para el club celeste. En la cifra a desembolsar por los valencianista radican las diferencias para cerrar una operación que devolvería a casa a uno de los 'hijos pródigos' de A Madroa.

Celta y Valencia prosiguen las conversaciones para el trueque de Maxi Gómez por Santi Mina. El club valenciano ofrece 15 millones de euros a los celestes para sellar este intercambio de delanteros, mientras desde Vigo elevan sus pretensiones económicas hasta los 25 millones de euros. Diez millones impiden ahora mismo cerrar la operación retorno de Mina. Esa fue precisamente la cifra que el conjunto levantino abonó en el verano de 2015, en concepto de cláusula de rescisión del contrato, para hacerse con los servicios del joven canterano céltico.

Después de completar cuatro temporadas en Mestalla, Mina se muestra dispuesto a cambiar de aires y buscar un equipo donde le puedan ofrecer más minutos de juego que los que disfrutó con Marcelino García Toral, quien lo ha utilizado como revulsivo para los minutos finales de los partidos. El Celta sopesó la posibilidad de repescar al delantero de 23 años después de consultar con el entorno del futbolista para conocer si contemplaba la posibilidad de regresar al equipo en el que se había formado.

El Valencia, mientras tanto, se presentaba como uno de los candidatos a pujar por Maxi Gómez. Desde la secretaría técnica del club levantino pensaban en el delantero uruguayo como uno de los posibles recambios de Rodrigo Moreno ante el más que probable adiós a Mestalla del hispano-brasileño.

El internacional charrúa, por su parte, había rechazado una oferta de renovación en Vigo y tras completar su segundo año en Europa se plantea la posibilidad de un traspaso. En Inglaterra le espera una oferta del West Ham desde el pasado invierno, pero Maxi Gómez parece decantarse por continuar en la Liga española, a la que se adaptó con excesiva rapidez, convirtiéndose en uno de los máximos goleadores en el arranque de la temporada 2017-18, en la que acabaría anotando 18 goles (la Liga le restó uno, al Betis, porque el balón lo desvió Camarasa). Con los 12 sumados en el curso recién concluido, el delantero uruguayo se convirtió en uno de los rematadores más efectivos del campeonato. Y gol es lo que busca el Valencia de Marcelino después de sellar una gran temporada: campeón de la Copa del Rey, semifinalista de la Liga Europa y clasificado para la próxima Champions.

Y en ese escenario, los intereses del Celta y el Valencia les llevaban a iniciar unas negociaciones que se encuentran en la recta final, aunque en la operación aparece un actor secundario: Defensor Sporting, que posee el 20 por ciento de los derechos federativos de Maxi Gómez, al que el Celta le estableció una cláusula de rescisión de su contrato de 50 millones de euros. El traspaso del futbolista uruguayo por esa cantidad supondrían un beneficio de 10 millones de euros para el equipo de Montevideo.

El trueque de Maxi Gómez por Santi Mina puede originar un conflicto de intereses entre el Celta y el Defensor Sporting. A la cantidad económica que desembolse el Valencia por el internacional uruguayo habrá que añadir la valoración de Santi Mina. En Mestalla, ahora mismo, ofrecen diez millones menos que lo deseado por el Celta para cerrar esta operación. Esa es la cantidad que separa a Santi Mina de Vigo, a donde quiere regresar cuatro veranos después de marcharse al Mediterráneo.