Adrián García se casa con Cristina Caeiro en la iglesia de Santa Baia, en Catoira. Adrián aguarda en las escaleras del brazo de su madre, que ejerce de madrina. Unas notas melancólicas de piano acompañarán su entrada en el templo. El sacerdote espera a que los dos recorran el pasillo hasta el altar y se dispone a continuar el rito, según procede. Advierte a los presentes: "Después de escuchar el himno del Real Club Celta de Vigo?". Adrián confiesa: "Pensé que no se iba a dar cuenta, no es algo que les mole". Bromea: "Lo dijo con algo de resquemor. Fue gracioso. Era un reto que tenía".

Adrián lo había planeado con tiempo. Quería que su fervor celtista estuviese de alguna manera reflejado en el día de su boda. "Soy del Celta hasta matar, todos mis amigos me conocen por el tema del Celta", explica el vilagarciano. "Siempre dije que quería entrar en la iglesia y hacer algo del Celta". Manejó otras alternativas o complementos, que no cuajaron: "Me había comprado los gemelos del club, pero me quedaban mal, eran muy pequeños. Me dije: 'Tengo que hacer algo que quede sonado'".

Se le ocurrió entonces emplear el himno, su "afouteza e corazón", pero adaptado a la solemnidad de la ocasión. Contactó con Elisabet Lustres (elisabetlustres.com), cantante y compositora de Boiro, que frecuenta el escenario televisivo de Luar y es popular en la zona. Lustres le envió la melodía céltica arreglada para piano. Adrián todavía se emociona al recordar ese momento exacto en que abrió el documento sonoro que Lustres le había remitido: "Lo escuchamos y era una pasada, una pasada".

Cristina Caeiro no pudo ver a Adrián entrando en la iglesia al son del himno celeste. Ella debía aguardar fuera su propio turno. Pero fue cómplice de Adrián en el ingenio. "Cristina sospechaba que lo íbamos a hacer. Cuando nos mandaron la canción, dijo: 'Te dejo que lo hagas porque es preciosa'". Al final, a Cristina no se le ocultan las pulsiones de su ya marido, como esa desaforada manera de entender el celtismo: "Sabe que soy de sufrir con el Celta. Cuando nos salvamos y descendió el Deportivo me tuve que encerrar en una habitación. No pude quedar con nadie, estuve llorando como un niño. Igual que este año con el Villarreal".

Entre los invitados también ha obtenido el beneplácito general: "Mis amigos fliparon en colores. Hay bastantes amigos del Celta, otros del Dépor. La gente quedó alucinada, hasta el cura".

La iniciativa de Adrián García ha merecido la atención del Celta. El club ha replicado el vídeo colgado por Adrián en su cuenta de Twitter (no ha conseguido de momento una versión completa en imágenes porque se puso el himno cuando él y su madre aguardaban a mitad de escalera la orden de entrar). "El himno del Celta en versión boda celeste. Felicidades a los novios y al autor del arreglo", escriben desde el club. Adrián les contesta: "Bien merezco una camiseta de Aspas o Sergio Álvarez firmada". Y confirma su deseo a viva voz: "Mi ilusión en esta vida es tener una camiseta de Iago Aspas o Sergio firmada. Sueño con eso. Soy superfan de los dos. Lloraría de la emoción, voy a los bautizos de mis hijos con ella si hace falta". No cabe dudar de que cumpliría su promesa.