Gustavo Cabral prefiere seguir en el Celta y dará prioridad al conjunto celeste, a pesar de que el zaguero argentino no es la primera ni la segunda opción en el orden de preferencias del club, que pretende reforzarse con dos defensas centrales, según confirmó la pasada semana el presidente Carlos Mouriño durante un desayuno con los medios informativos.
El futbolista porteño confía en que el Celta le presente una propuesta de renovación "por si o por no" antes el próximo 30 de junio, fecha en la que expira su actual contrato. Cabral reconoce que está abierto a escuchar propuestas de otros clubes, pero matiza que después de siete años defendiendo la casaca celeste le gustaría continuar al menos una temporada más en Vigo, donde se familia se siente como en casa.
A menos que el Celta mueva ficha en las próximas 24 horas, lo que parece improbable, el zaguero esperará noticias del club en Argentina, adonde tiene previsto viajar mañana para pasar sus vacaciones. Allí esperará noticias del equipo celeste, pero no va a aguardar por el cuadro celeste hasta el último mes de mercado. Si una vez finalizado su actual contrato la entidad que preside Carlos Mouriño sigue sin dar señales de vida, entenderá que el club ha decidido prescindir de sus servicios y activará otras opciones. No obstante, el veterano defensor se muestra confiado en que el club le comunicará sus intenciones antes de que concluya su actual contrato.
Gustavo Cabral es el único futbolista no canterano que ha acompañado al Celta en todo su periplo desde el último ascenso en Primera División y ha sido un hombre clave en la salvación del equipo en su primer y último año en la máxima categoría, protagonizando en este tiempo momentos memorables como el gol en la prórroga al Shakhtar Donetsk que clasificó al Celta para los octavos de final de la UEFA Europa League en campaña 2015-16.
Si la continuidad del experimentado central argentino parece, hoy por hoy, poco probable, la del portero Sergio Álvarez se da por segura. El presidente del Celta reveló la pasada semana que la continuidad de Sergio está en manos del propio guardameta y éste no contempla otra posibilidad que seguir vinculado por lo menos otra temporada al equipo en el que ha militado durante los últimos 13 años.
Según el último acuerdo de renovación, el club puede rescindir de forma unilateral el contrato de Sergio en los 20 días siguientes a la finalización de la temporada. De este modo, si el Celta no comunica su despido a Sergio antes del próximo sábado, su vínculo contractual con el club permanecerá vigente hasta junio del próximo año.
Una fórmula parecida regula el contrato del defensa canterano Diego Alende. El Celta tiene que decidir, en este caso antes del próximo 30 de junio, si rescinde de forma unilateral su contrato (indemnizándolo por su despido) o se lo prorroga por dos temporadas más en el primer equipo.
La severa competencia con que previsiblemente se va a encontrar el capitán del filial en el centro de la defensa y la necesidad de aligerar la plantilla para hacer sitio a la media docena de fichajes que se proyecta preocupan mucho a Alende, que desea a toda costa seguir en el Celta y teme que el club decida prescindir de sus servicios.
La idea del club, según ha podido averiguar este diario, es no rescindir el contrato del zaguero compostelano, sino intentar buscarle una cesión en algún equipo de Segunda A en el que pueda disponer de los minutos que necesita. El Celta ha quedado en dar una respuesta al jugador esta semana.