El Celta ha cerrado la primera operación del verano con la renovación del canterano David Costas, de 24 años. El club vigués ha alcanzado un acuerdo para la ampliación del contrato del defensa central de Chapela por tres temporadas más, hasta junio de 2022.

El jugador ha firmado esta mañana el nuevo contrato, que contempla una revisión al alza de la cláusula de rescisión del jugador, que era de 10 millones de euros, según ha podido averiguar este diario.

La negociación para la ampliación contractual del zaguero redondelano ha sido fluida. Ambas partes tenían plena voluntad de alcanzar un acuerdo y este se ha producido de forma muy rápida, sin obstáculos que entorpeciesen la operación, que se ha cerrado en cuestión de pocos días.

Con la renovación de David Costas, cuyo anterior contrato expiraba en junio del próximo año, el club se asegura la continuidad de uno de los más firmes valores de su cantera y de un jugador que en la última temporada ha comenzado a tener protagonismo con el primer equipo celeste después de varios años de cesiones a diferentes clubes de Segunda División.

David Costas inició su andadura en el primer equipo del Celta de la mano de Luis Enrique Martínez, que lo hizo debutar en Primera División en la temporada 2013-14 con solo 18 años. Con el actual seleccionador nacional, el futbolista de Chapela tuvo bastante protagonismo en el tramo inicial de la temporada, relegando incluso a la suplencia a veteranos de tanto fuste como el argentino Gustavo Cabral, pero acabó el curso en el banquillo tras disputar 18 encuentros (17 de Liga y 1 de Copa), 14 de ellos como titular.

La llegada de Eduardo Berizzo al banquillo de Balaídos diluyó por completo su protagonismo. El argentino prefirió otras opciones y el canterano concluyó su segunda temporada en la primera plantilla celeste prácticamente en blanco: 1 partido de Liga y de Copa.

En su tercer año como profesional Costas fue cedido al Mallorca, de Segunda División, donde lo jugó todo hasta que una lesión le hizo perderse los últimos 16 partidos de la temporada.

De vuelta en Vigo para la siguiente pretemporada, el redondelano se quedó para disputar el puesto, pero tras jugar un solo partido salió cedido al Oviedo en el mercado de enero. El protagonismo que tuvo en Segunda con el conjunto asturiano (con el que también lo jugó todo) no le bastó para hacerse un hueco con Juan Carlos Unzué en el primer equipo celeste. Su destino fue de nuevo la Segunda División, esta vez con el Barcelona B, donde su protagonismo fue también absoluto. Su buena campaña propició su debut con el primer conjunto azulgrana en un partido de Copa de Rey contra el Murcia. Antes de marcharse, el Celta renovó su contrato por dos temporadas, hasta junio de 2020.

De nuevo en Vigo, David Costas inició la pasada pretemporada dispuesto a hacerse con un puesto en el centro de la zaga céltica. Pese a las malas prestaciones defensivas del equipo, su participación fue testimonial con Antonio Mohamed, que solo lo empleó en un partido y creció de modo exponencial con Miguel Cardoso, para el que fue indiscutible, aunque una lesión muscular cortó su progresión.

La llegada de Escribá, que apostó por Cabral y Araújo como pareja de centrales, le restó sin embargo protagonismo y redujo su participación final a un par de partidos. Con su nueva renovación, el Celta demuestra que apuesta por el jugador, que iniciará el próximo curso con el objetivo de alzarse con una titularidad que lleva años resistiéndosele.