El Celta tendrá que abordar en los próximos días la situación de los cinco jugadores que prestó a otros equipos a lo largo de la recién concluida temporada. El futuro de Beauvue, Roncaglia, Mazan, Eckert y Juan Hernández está en el aire y todos ellos cuentan con muy pocas opciones de volver al equipo que dirigirá Fran Escribá el curso que viene. Ninguno ha despuntado en sus destinos provisionales y dos de ellos, Beauvue y Eckert, incluso han vivido un descenso de categoría. El director deportivo del Celta diseña una plantilla en la que muy probablemente no encuentren sitio ninguna de estas piezas retornadas y con contratos en vigor de uno a tres años. Toca, pues, negociar para resolver esta situación de interinidad y intentar que no se repita lo ocurrido la pretemporada pasada, con varios jugadores entrenando aparte del grupo porque el club no contaba con ellos. Es más, Radoja resistió y se mantuvo todo el año en Vigo sin jugar tras negarse a renovar un contrato que concluía este junio. El serbio se marchó con la carta de libertad, pero con un año en blanco en su historial.

El primero en aceptar una cesión fue Claudio Beauvue. El antillano no entraba en los planes de Mohamed y aceptó una oferta del Caen francés. Su participación en el equipo de la Ligue 1 fue de más a menos. Disputó 24 partidos de Liga (16 como titular) y 3 de Copa, con un total de 3 goles anotados. Sin embargo, no jugó ni un minuto en los últimos seis partidos, después de que el club lo apartase del equipo y le abriese un expediente por comportamiento "inadecuado e inaceptable". El jugador negó los motivos alegados por el Caen, que este viernes confirmó su descenso a la Ligue 2. Al delantero guadalupeño le restan dos temporadas de contrato en Vigo, donde le buscarán la tercera cesión (antes pasó por el Leganés) o intentarán traspasarlo.

El verano pasado también abandonó Vigo Juan Hernández, del filial pero con ficha del primer equipo. El murciano se marchó al Cádiz pero, después de disputar dos partidos de liga, se lesionó de gravedad en un entrenamiento y tuvo que decir adiós a la temporada. El Celta tendrá que decidir el futuro de un extremo de 24 años al que le resta una temporada en Vigo.

El mayor éxodo de célticos se produjo el pasado enero, en el mercado de invierno: Facundo Roncaglia se incorporó al Valencia, Robert Mazan al Venezia y Dennis Eckert al Excelsior de Rotterdam.

Al zaguero argentino le resta un año de contrato en el Celta y es improbable que lo cumpla. El equipo valenciano tampoco parece mostrar mucho interés en su fichaje (no se contemplaba una opción de compra en el acuerdo de préstamo), después de ir desapareciendo del equipo de Marcelino García. Ha sumado 11 participaciones con los che entre Liga, Europa League y Copa del Rey. No ha disputado los tres últimos partidos y solo suma dos actuaciones en las once últimas del Valencia. Con 32 años y pendiente del futuro de Gustavo Cabral, con el que sí cuenta Escribá, la situación de Roncaglia parece ajena a los intereses del Celta, que le propondrá una salida en estas semanas.

La situación del eslovaco Robert Mazan tampoco parece clara en Vigo, donde el lateral zurdo apenas ha jugado desde que firmó por el Celta en enero de 2018. Le restan tres temporadas con la celeste. En el último mercado de invierno se marchó a Italia para jugar con el Venezia en la segunda categoría. El equipo del Véneto finalizó en la decimocuarta posición. El lateral zurdo intervino en 7 partidos oficiales, sumando 481 minutos, después de jugar nada más que en dos ocasiones con los célticos en la presente temporada. Ambas fueron bajo las órdenes de Miguel Cardoso: en el Camp Nou (el día que se lesionó Aspas) y en Anoeta en la vuelta de la eliminatoria de Copa. La incorporación de Lucas Olaza cerró la puerta a Mazan, de 25 años de edad, para consolidarse en el primer equipo celeste.

El quinto céltico cedido este curso fue el hispano-alemán Dennis Eckert, que aceptó una oferta del Excelsior Rotterdam, con el que acaba de vivir la amarga experiencia del descenso a la segunda división holandesa. El jugador que militó en el Celta B y al que Antonio Mohamed concedió muchos minutos en el arranque del campeonato (9 partidos en Primera) regresa a Vigo con un balance de 18 partidos disputados, con un total de 824 minutos, en los que anotó 6 tantos. Al joven delantero, que en enero cumplió 22 años, le quedan dos años más de contrato en el Celta, cuya dirección deportiva tendrá que decidir si lo mantiene en el filial, le busca otra cesión, lo traspasa o le concede la carta de libertad.