Una de las primeras decisiones que va a tener que tomar Fran Escribá en su segunda etapa como entrenador del Celta atañe al futuro de Sergio Álvarez y Gustavo Cabral, cuya continuidad está, en buena medida, en sus manos. El portero catoirano tiene un año más de contrato, aunque el club tiene la posibilidad de rescindir el vínculo de forma unilateral, mientras que el defensa central argentino concluye su relación laboral con el Celta el próximo 30 de junio.

La continuidad de ambos futbolistas está ahora mismo en el aire y es el guardameta canterano el que parece tener más posibilidades de continuar.

La permanencia de Cabral depende seguramente más del propio jugador que de Escribá. El técnico céltico no dudó en echar mano de la experiencia de Cabral cuando venían mal dadas y la buena respuesta del veterano zaguero ha convencido al preparador valenciano, que se muestra proclive a que se prorrogue su contrato.

Antes de renovar con el Celta, Escribá ya tanteó a Cabral sobre la posibilidad de que continuase la próxima temporada en Vigo.

Pero parece que el argentino tiene otros planes de futuro. Aunque su continuidad en el Celta no está descartada, Cabral quiere explorar la posibilidad de conseguir un contrato (quizá el último de su carrera) algo más largo y no le importaría cambiar de aires para jugar en una liga menos competitiva que las española, aunque bien remunerada, como la mexicana o la Soccer Mayor League estadounidense.

La pelota parece estar, por tanto, en el tejado del jugador, que debe tomar en una decisión en los próximos días.

El hecho de que el Celta prevea reforzar el eje de su línea defensa con la incorporación de un par de futbolistas podría influir también en la decisión final de Cabral.

En el caso de Sergio Álvarez, uno de los futbolistas del plantel más queridos por la afición, Escribá tiene que decidir si se le prorroga el contrato para competir con Rubén Blanco como segundo portero.

El Celta no va a reforzar la portería y Escribá debe elegir si quiere a Sergio como segundo portero o si apuesta por Iván Villar, el actual portero del filial, a quien la Segunda División B hace tiempo que se le ha quedado pequeña.

Aunque puso desde el primer momento la titularidad de la portería celeste en manos de Rubén, el entrenador celeste ha declarado en numerosas ocasiones estar muy satisfecho con el trabajo de Sergio, un profesional íntegro y excelente competidor con gran predicamento en el vestuario, que suma dentro y fuera del campo.

A diferencia de lo que pueda suceder con Cabral, si Escribá da definitivamente el visto bueno a la continuidad de Sergio, no parece que el guardameta vaya a poner ningún impedimento. Su prioridad siempre ha sido el Celta.