El Celta se propone construir su nuevo proyecto partiendo del actual núcleo de futbolistas con contrato en vigor y media docena de fichajes: dos defensas centrales, un delantero a mayores de Gabriel Fernández y dos futbolistas de banda de diferente perfil al de estos dos últimos años.

Con independencia de si Fran Escribá, como apuntan todos los indicios, lidera el nuevo proyecto, las discretas prestaciones ofrecidas en las dos últimas campañas por los hombres de banda, (Sisto, Mor, Boufal, Boudebouz) han convencido al club de la necesidad de priorizar el compromiso y el físico sobre el talento a la hora de reforzar el juego por los flancos.

La calidad por sí misma ya no será la premisa esencial para los hombres de banda. Las dificultades que el Celta ha tenido esta última temporada en la recuperación requieren, a juicio de la dirección deportiva, un cambio de fichas. El club quiere incorporar jugadores con mayor capacidad de sacrificio, que ayuden a los pivotes a ganar la pelota. Uno de los principales problemas que se ha se constatado es que Okay y Lobotka han tenido muy poca colaboración en la tarea de recobrar la pelota tras pérdida y esto ha penalizado el rendimiento del equipo. El club se propone subsanar esta debilidad incorporando centrocampistas de perfil más sacrificado, mayor potencial físico y recorrido en ambos sentidos del campo.

Las estadísticas de recuperación de los centrocampistas de banda fueron la pasada campaña descorazonadoras y el club está decidido a corregir esta deficiencia con gente de pie más duro, que no se recate a la hora de meter la pierna en la disputa de la pelota. Menos regateadores y más recuperadores es, en suma, es lo que se persigue incorporar el próximo curso: cambiar desborde por equilibrio, con gente no desprovista de talento, pero de mayor fuelle e intensidad en el juego sin balón.

La hoja de ruta de los fichajes está trazada. Queda por definir qué candidatos pueden adecuarse mejor a las necesidades del equipo considerando otras variables como precio, edad, progresión o experiencia en la competición doméstica. La opinión del nuevo técnico (probablemente Escribá) será tenida en cuenta en la selección de los candidatos que maneja la dirección deportiva.