El futuro de Fran Escribá debería resolverse más pronto que tarde esta semana. La jornada transcurrió sin novedades significativas a la espera de que las dos partes concreten posturas en una próxima reunión que probablemente tendrá lugar hoy. El agente del técnico valenciano, Manuel García Quilón, esperaba ayer noticias del Celta.

El club celeste quiere zanjar la cuestión del próximo inquilino del banquillo a la mayor brevedad posible y Escribá es, hoy por hoy, la primera y única opción que maneja el consejo de administración para liderar el nuevo proyecto deportivo.

Pero aunque las condiciones para la continuidad del entrenador valenciano son del todo favorables -el club está satisfecho con el trabajo realizado y valora su experiencia y conocimiento de la LaLiga y el técnico ha insistido en que le gustaría seguir al frente del banquillo de Balaídos el próximo curso-, la concreción de la operación depende de no pocas cuestiones que están pendientes de negociar, como el salario de Escribá, o la duración de su nuevo contrato. El técnico también quiere tener voz en la confección de la futura plantilla, aunque será el club el que tenga la última palabra a este respecto.

Las primeras decisiones que tendrá que tomar Escribá, si se concreta, como parece, su continuidad atañen al futuro de Sergio Álvarez y de Gustavo Cabral. El nuevo técnico tendrá que decidir si el Celta ejerce su opción unilateral para renovar por otro año al catoirense como suplente de Rubén. El técnico debe optar por Sergio o Iván Villar para competir con el mosense. En cuanto a Cabral, el valenciano, si sigue, es partidario de su continuidad.