Okay Yokuslu declarada días pasados a este diario su agradecimiento a una afición que se ha volcado con el Celta en los momentos más difíciles de la temporada, cuando el equipo de Escribá llegó a situarse a cuatro puntos de distancia de la permanencia y caía por 0-2 en el descanso ante el Villarreal, uno de los rivales directo. "Siento que siempre nos están apoyando".

Hoy volverán a demostrarlo en el último partido de la temporada, ante el Rayo Vallecano. Y para recuperar fuerzas, peñas como Terra Celeste celebraron ayer con una concurrida comida en un hotel de Coia su decimonoveno aniversario. Un colectivo que se creó en A Coruña de la mano de Reyes Álvarez ha trasladado su base de operaciones al sur, para estar más cerca de su equipo y no faltar cuando la situación se complica. Es ahí cuando el celtismo muestra su fortaleza y su "afouteza". Y esta vez espera celebrar con una fiesta el fin de un curso muy agitado y difícil.

A un turco como Okay, que procede de una cultura que vive el fútbol con pasión, le sorprendió la fuerza y el compromiso del celtismo. "Veo cómo los aficionados aman al Celta de Vigo, ellos lo dan todo. También en Turquía ocurre esto, estoy acostumbrado a ello pero puedo decir que aquí los aficionados son muy divertidos", sostiene el centrocampista.

Fran Escribá, por su parte, apunta ayer que hoy espera otra gran demostración de celtismo en Balaídos: "Seguro que va a haber otra vez un ambiente extraordinario, y queremos acabar con una victoria y si podemos acabar 14º pues mejor que 15º o 16º. Queremos acabar lo mejor posible dentro de que ha sido un año difícil para todo el mundo".