El entrenador del Celta, Fran Escribá, se mostró "decepcionado" por la derrota encajada en San Mamés frente al Athletic (3-1), aunque admitió que la victoria el Levante en el campo del Girona les deja la permanencia "muy cerca" gracias a su diferencia de goles con el equipo catalán.

"No está hecho, pero lo tenemos cerca. La cuenta de goles nos salva, pero lo que realmente nos salva es ganar el sábado al Rayo. Queremos conseguir otra victoria en casa, llegar a los 43 puntos y disfrutarlo con nuestra gente", subrayó el técnico celeste en la sala de prensa de San Mamés a la conclusión del choque.

Aunque la derrota de Girona convierte el último partido contra el Rayo en Balaídos en un trámite, el preparador valenciano no quiere dar el objetivo por cumplido y aseguró que tampoco lo hacen sus jugadores. En este sentido, Escribá desveló a pesar de haber conseguido esa salvación virtual, en el vestuario del Celta en San Mamés "no ha habido ninguna expresión de euforia" porque, incidió, "no está hecho".

El técnico está decidido a concluir la Liga con un triunfo en casa y confía en aprovechar la fortaleza mostrada por su equipo en Balaídos para certificar la salvación brindando un triunfo a la afición celeste. "Nuestra única idea es ganar al Rayo sin calcular números porque sería un error enorme. Nuestro ritmo en casa en los últimos partidos ha sido extraordinario y nuestra única idea debe ser ir a ganar desde el minuto uno", dijo.

Sobre el partido frente al Athletic el entrenador valenciano apuntó que el Celta "no entró mal" en el choque, pero consideró que "encajar dos goles en tan poco tiempo" les "hizo daño" y con el 3-0 marcado por Iñaki Williams cuatro minutos antes del descanso "se acabó el partido".

Escribá reconoció que el tercer gol del Athletic le hizo pensar en este último compromiso ligueron contra el Rayo Vallecano. "A partir de ahí pensamos más en gestionar a la gente con tarjetas y que no hubiera lesionados para el último partido. Es cierto que en ciertas disputas el equipo no estuvo bien, pero recibir dos goles en tan poco tiempo hace daño a cualquiera", admitió el técnico céltico.